miércoles, 13 de abril de 2011

Intento en Danza Invisible, Tozal de Levante

Iñaki Miró,   Guía de Montaña, Escalada, Espeleología y Barrancos
Página web:  http://inakimiro.jimdo.com/
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Danza Invisible, Tozal de Levante

El pasado sábado 8 de abril (2011), Javi de Meliana, Sonia de Massamagrell y yo desde Puçol  nos dirigimos con ganas de escalar al macizo del Ponoig, Sierra de Aitana, Alicante.


El Ponoig es una montaña increíble, un macizo calcáreo con paredes de hasta 500 metros de desnivel y varios kilómetros de anchura, con dos orientaciones, una este, como la que se divisa desde el pueblo de Polop, en el que los lugareños denominan a su montaña "El León Dormido", y otra sur, sobre el valle que se aprecia a la izquierda y que nos lleva a las inmediaciones del otro "gigante" de la Sierra de Aitana, el Puig Campana.


Llegamos a Polop un poco antes de las ocho de la mañana. Tomamos un café en un bar y nos dirigimos a la base de la montaña por una carretera que va circunvalando bodrios de urbanizaciones inacabadas que, a pesar del esfuerzo, apenas consiguen empobrecer el paisaje.


Dejamos el coche en el aparcamiento habilitado, preparamos el material y comenzamos a subir por la senda bien marcada en el bosque. En la cara sur de la montaña se distinguen tres grandes paredes que, aunque en realidad es la misma montaña, un par de discontinuidades orográficas en la zona alta permiten diferenciar y dar nombre a tres zonas muy concretas: Ponoig vertiente sur, Torre de Enmedio y Tozal de Levante.


A esta última, el Tozal de Levante, nos dirigimos. De las tres paredes es la que tiene mayor acercamiento al estar más alejada y un poco más elevada, también. La pared sur del Tozal tiene casi 300 metros de altitud, y como podéis ver en la foto, un gran desplome va recorriendo la pared de un lado al otro, por lo que en todas las vías de esta magnífica montaña hay algún largo de artificial bastante duro, más o menos equipados, según las vías, o de libre extremo.


Aquí están Sonia y Javi en la base de la vía Danza Invisible, 6b/a2, de seis largos, la que hemos elegido para escalar. A pesar de lo temprano de la hora hace mucho calor; todo el acercamiento transcurre al sol y se hace duro, una hora cuesta arriba.


La vía está equipada con Parabolts. Sólo en el quinto largo hay una fisura en la que es preciso meter fisureros o friends. Pensamos repartirnos los largos a la mitad, Javi prefiere hacer los tres de abajo y yo los tres de arriba.


Sonia no quiere ni asegurar, hoy va de clienta.


El primer largo no es muy difícil, V sup con un pasito de 6a que se le hace muy cuesta arriba a Sonia, por lo que en la primera reunión decide abandonar y la descolgamos. Nos esperará por ahí tumbada bajo la sombra de un árbol. Es que hemos elegido el peor día del año, una ola de aire africano ha invadido el país y se prevén temperaturas cercanas a los 40º, ¡y estamos todo el rato a pleno sol!


Hago yo el segundo largo. Aquí se le ve a Javi llegando a la segunda reunión.


La segunda reunión es una pequeña vira bastante cómoda. Al fondo se ve la zona de pared por donde va la vía de Las Hadas.


El sol se está convirtiendo en un suplicio. Tendríamos que haber ido a Calpe, a hacer una de las travesías al borde del mar del Peñón de Ifach. Hoy no hay nadie más escalando aquí, ¡estamos solos!


El tercer largo es vertical y muy bonito, pero el sol, y el calor, no nos están permitiendo hoy disfrutar como siempre de la escalada.


Javi ha querido ocuparse también del cuarto largo para que tire yo los dos últimos, que están más desequipados.


Es un desplome bastante bestia, y no con seguros muy buenos. Aquí Javi está colgado de un spit viejo, y el siguiente es un pitón que no tiene muy buen aspecto, pero bueno...


Como además tenemos la costumbre de llevar solamente un estribo cada uno, hay que hacer bastante el bruto para progresar por estos largos.
Cuando superamos el desplome y llegamos a la cuarta reunión, el calor nos ha agotado tanto que decidimos abandonar la vía rapelando. Pero esta es otra historia, porque rapelar un largo tan desplomado, que encima tiene una travesía horizontal de cuatro metros, nos ha supuesto tanto esfuerzo que llegamos a la base hechos unos zorros.


Pero por fin hemos llegado abajo, y Sonia nos estaba esperando. Se acabó el día de escalada, ahora al bar de Polop a matar la sed con cervezas bien frías. No las hemos ganado.

2 comentarios:

  1. Guapa la pared!! Esta historia me ha recordado una que vivimos en las paredes del chorro, dia de verano, subimos sin agua, 40 grados a la sombra y nos metimos en unos extraplomaos. Los rapeles para bajar fueron bastante heavys, aún los recuerdo, con todo en precario... un horrror. Es la via que se llama "Del Abandono" como es natural. Asi que entiendo perfectamente el infierno pasado. Pero es guapa guapa la pared!! Que ganitas de subirla. !

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