domingo, 7 de junio de 2015

Vía el Vuelo del Águila a la aguja grande de mascarat

Iñaki Miró, blog de montaña y literatura
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El Vuelo del Águila
Aguja Grande de Mascarat



El pasado 18 de abril de este mismo año, 2015, Alex y yo nos dirigimos desde Valencia a escalar a la Aguja Grande de Mascarat, en el desfiladero del mismo nombre, en plena Costa Blanca alicantina.


Esta montaña forma parte de esas cordilleras calcáreas que van desde el Mongó- en Xábia- hasta Sierra Gelada- en Benidorm-, pasando por el cabo de Palos, el Morro Falquí, Peñón de Ifach y Morro de Toix, y que conforman el paraíso mediterráneo de los escaladores.


Las Agujas de Mascarat forman un estrecho desfiladero en el que las dificultades orográficas del terreno han concentrado tres puentes: el del ferrocarril y los dos de la carretera nacional, el nuevo y el antiguo. Esta característica es la causa principal de que casi nunca vengamos aquí a escalar, a pesar de que la roca es excelente y el ambiente de la escalada, si exceptuamos el ruido de los coches al pasar por debajo, una maravilla.


Pero tenía ganas de conocer una ruta de escalada clásica en esta pared de más de 200 m de altura, así que por fin nos decidimos a venir y elegimos para escalar El Vuelo del Águila, una vía abierta durante el invierno de 1983, en un estilo totalmente clásico, por Mark y Rowland Edwards.


Esta vía tenía una cierta fama negra por un accidente en el que murieron dos escaladores noruegos, y posteriormente la han reequipado con un parabolt en cada reunión, por cuestiones de seguridad. La vía tiene más de 250 m de longitud, una dificultad de 6a y muy poco equipamiento, por lo que conviene llevar un juego completo de fisureros y otro de friends, así como cintajos para puentes de roca. Hay que decir que la roca, aunque en general es buena, tiene alguna zona más delicada. Esta es una vía en la que no hay que meterse si no se tiene el grado muy asentado, pues hay algunos largos, especialmente el tercero, muy verticales, impresionantes y sin ningún equipamiento, aunque hay que decir que los cacharros entran bastante bien.


El primer largo es una travesía fácil que se inicia en la misma carretera y nos deja en la base del espolón.


Alex iniciando el segundo largo.


Quizás sea éste el más delicado de escalar. Discurre por un diedro vertical en el que encontramos algún clavo viejo y un puente de roca como únicos seguros.


Desde aquí vemos a un lado el puente de hierro del ferrocarril y el inicio del túnel de la carretera.


Ochenta metros más abajo, el fondo del desfiladero se ve estrecho e impresionante. Este barranco sólo lleva agua en caso de lluvias torrenciales.


Llegando a la segunda reunión.


El tercer largo es el más impresionante de la vía. Empieza en un tramo vertical para meterse después en una chimenea con tramos desplomados. No es excesivamente difícil, pero en 45 m sólo hay el parabolt que se ve en la imagen (es la reunión de otra vía que se cruza) y un buril viejo unos metros más arriba, Hay que asegurarse metiendo friends, lo que le da un plus de dificultad y atención al largo.


Alex saliendo de la chimenea del tercer largo, llegando a la reu.


El cuarto largo también es muy vertical, el más complicado a la hora de encontrar el itinerario adecuado. Atención a varios cordinos que se ven en sitios diferentes, son embarcadas de escaladores que han subido por donde han podido. Conviene elegir bien el itinerario. Tampoco hay ningún seguro decente en todo el largo. Por debajo, los puentes nuevo y viejo de la carretera nacional.


Hasta que no estamos por lo menos en el tercer o cuarto largo de la vía no empieza a dejar de ser molesto el ruido de los coches allí abajo. Es el hándicap que tiene esta magnífica escalada.


En la quinta reunión.


La cumbre es un hermoso lugar y el paisaje espectacular. Sólo por estar aquí arriba ya merece la pena esta ascensión.


La consabida foto de cumbre, con el espolón de Toix en primer plano y el Peñón de Ifach al fondo, lo mejor del espléndido paisaje alicantino.


Aguja Grande de Mascarat. La línea roja marca- más o menos- la vía El Vuelo del Aguila, la línea amarilla el descenso de nuevo a la carretera. Está indicado con hitos, no tiene pérdida.


Descendiendo por la ladera de Mascarat el paisaje que tenemos bajo nuestros pies es impresionante. Lástima la fealdad de las urbanizaciones.

domingo, 1 de marzo de 2015

Vía Triple Indirecta al peñón de Ifach

Iñaki Miró, blog de montaña y literatura
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Vía Triple Indirecta, Peñón de Ifach


El Peñón de Ifach, mole rocosa de 332 m de altura en el municipio de Calpe, comarca de la Marina Alta, en la Costa Blanca alicantina, es uno de los últimos baluartes rocosos con los que el Sistema Ibérico termina muriendo en el mar Mediterráneo.


Hacia el sur- sudeste presenta una formidable pared de roca calcárea de casi 300 m de altura y cerca de un kilómetro de longitud, donde los escaladores autóctonos han abierto multitud de líneas- vías de escalada-, la mayoría de alta dificultad.


El pasado 24 de enero, 2015, Alex, Javi y yo fuimos hasta Calpe para escalar la vía Triple Indirecta, una bella línea de escalada que combina largos de tres vías diferentes: Anglada, Revelación y Mistela.



Esta bella combinación de tres vías diferentes- como se puede ver en esta reseña descargada de la página ElevArte- fue escalada por primera vez en el año 2000 por Roy de Valera y Miguel Cebrián. Tiene una longitud aproximada de 330 m y una dificultad máxima (no obligada) de 6c.


Como somos tres hemos decidido repartirnos los largos y Javi empieza de primero atacando los largos de la Anglada.


El primer largo de la Anglada es espectacular. Los primeros veinte metros son comunes con la vía Gómez-Cano. Es absolutamente vertical y la roca enseguida te pone en tu sitio. Está asegurada con parabolts, clavos viejos e incluso algún puente de roca enhebrado. Es un primer largo para entrar en calor.


En la imagen se ve a Javi iniciando los primeros movimientos verdaderos de la Anglada, en el lugar donde ésta vía se separa de su vecina la Gómez-Cano, y además el lugar donde empieza la zona más dura y difícil del largo, los metros de 6c que le separan de la reunión.


Son unos metros complicados y muy "peñoneros", ligeramente desplomados, en diagonal, con cantos romos y roca que en algunos lugares ofrece ese aspecto pulverulento y quebradizo tan característico.


Javi ya ha llegado a la reunión y nos recoge las cuerdas a Alex y a mí. En esta ocasión el único que ha traído cámara a la pared es Alex, por lo que el mérito de todas las fotos es suyo y además él es el único que no aparece en las mismas. Otra vez será.


La llegada a esta primera reunión es verdaderamente difícil, probablemente el paso más complicado y difícil de resolver de toda la vía. En la imagen se ve bastante bien la configuración de la roca.


Una vez llegados todos a la primera reunión, Javi comienza el segundo largo. Los primeros pasos son en libre, una travesía sencilla, hasta que comienza el muro vertical. le dan una dificultad en libre de 6c, aunque yo lo suelo hacer en A0. Una vez terminado el muro el largo continúa con una travesía en diagonal ascendente hacia la derecha, de V grado.


Llegando a la segunda reunión.


Desde aquí, el panorama que vemos mirando a la costa es espectacular. En primer plano el Morro de Toix, en segundo lugar la Sierra de Aitana, con las cumbres del Ponoig, a la derecha, y del Puig Campana a la izquierda.


El tercer largo es una travesía de mediana dificultad, larga, que conecta las vías Anglada y Revelación, con la que conectamos en su tercera reunión.


La llegada a la tercera reunión de Revelación es por una placa tumbada, algo raro de encontrar en los muros verticales del Peñón. Al fondo vemos la Sierra Gelada, sobre la ciudad de Benidorm.


Javi asegurándonos en la tercera reunión. Aquí cambiamos de cuerdas y continúo yo escalando de primero.


El cuarto largo, ya en la vía Revelación, es un largo corto, de unos veinticinco metros, y una dificultad de 6a, bastante peñonero, vertical, de roca mediocre y pocos seguros.


Y llegamos por fin al largo clave de la vía, el diedro blanco, difícil y escasamente asegurado.


La dificultad de este largo es de 6b+. pero no os dejéis engañar por estos números, su validez es relativa. Es un largo de los que llamamos "peñonero", de cantos romos y escasamente adherente, sólo para especialistas.


De cualquiera manera, podamos hacerlo en libre o no, el diedro es una escalada de las más bonitas del Peñón, y que siempre nos dejará un buen recuerdo.


Si no recuerdo mal el diedro tiene tres parabolts para asegurarnos, pero siempre metemos un par de friends para mayor seguridad y para progresar.


El espectáculo de la bahía de Calpe desde la pared. A la izquierda el desfiladero de Mascarat y al fondo las sierras de Oltá y Bernia.


En la quinta reunión. Todavía me toca abrir un largo más, sencillo, para acceder al último tramo de la vía, donde nos salimos de Revelación y atacamos la tercera parte de la vía: Mistela.


Javi llegando a la quinta reunión, saliendo del diedro gris.


En la vía Mistela le ha tocado a Alex ir de primero. El primer largo es absolutamente vertical, difícil, con una configuración de la roca en forma de bolos, que nos recuerda a la Visera de Riglos.


Javi y yo en la reunión, observando cómo Alex se curra el desplomaco de salida del segundo largo de la vía Mistela.


Ufff, el último paso desplomado es impresionante y enseguida te pone en tu sitio.Y desde aquí, el último largo de la vía, el noveno, es sencillo, corresponde al último de la vía Anglada.


Y de nuevo en la cumbre del Peñón. Otra vez más, otra vía para recordar y otra experiencia con los mejores compañeros. Gracias a ellos.

lunes, 16 de febrero de 2015

Montanejos, vía Dale Candela.

Iñaki Miró, blog de montaña y literatura
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Estrecho de Mijares
vía Dale Candela


En la comarca castellonense del Alto Mijares, al noroeste de Montanejos, en la frontera con la provincia de Teruel, se abre la sierra de Ferriz, cuya cumbre más elevada es el pico Cruces, de 1.709 m  de altitud. El río Mijares es el encargado de recoger las aguas que vierte esta sierra por el sur, que las almacena en el embalse de Arenoso. En uno de los extremos de esta región, en la ladera norte del pico Morrón de Campos o Frontón, de 966 m de altitud, el río Mijares ha abierto un estrecho desfiladero llamado por los lugareños "Desfiladero de los Chiparrajos".


El también llamado "Estrecho de Mijares", defendido a ambos lados por acantilados calcáreos de unos 100 m de altura y una verticalidad absoluta, se convirtió a mediados de los años 80 en uno de los destinos más interesantes y atractivos para los escaladores del país, que abrieron en estas paredes numerosos itinerarios de escalada de alta dificultad. 


Desde la carretera que une Montanejos con Arenoso, descendemos hasta la presa y allí tomamos un sendero que  recorre la orilla izquierda del desfiladero, embalsada, y por el que se puede acceder hasta la mayoría de las vías de escalada de la orilla izquierda.


La vía "Dale Candela", de unos 90 m de longitud repartidos en tres largos de escalada y una dificultad de 6c/A1, totalmente equipada con parabolts, fue iniciada por los hermanos Roncero y terminada en marzo del 2013 por Barrios y Pitxi.



Era una vía que teníamos en mente, así que, por fin, el 10 de mayo del pasado año 2014, Alex, Javi y yo, nos decidimos y fuimos a por ella.


La vía sólo tiene tres largos, es un poco más corta que otras de la zona porque el empiece está bastante alto sobre el camino, hay que buscar el acceso entre los árboles.


El primer largo empieza justo en la base de un marcado espolón que nos lleva hasta la base de un gran techo. Vamos a hacer un largo cada uno,  y Alex se anima el primero.


El primer largo tiene unos 35 m de longitud y una dificultad de 6a. Empieza a la izquierda de una vía antigua llamada Álgebra Sensorial.


Alex ha llegado a la reunión y nos recoge cuerda Javi y a mí, que vamos escalando juntos.


El espolón termina a unos veinte metros de altura y la vía nos introduce en un bello diedro de roca lisa y vertical.


A la izquierda dejamos uno de los techos más impresionantes de este desfiladero, a ver quién se anima a abrir una línea justo por el medio.


Javi terminando el espolón. Aunque estamos escalando a la sombra hace una temperatura excelente.


Alex recogiendo cuerda en la primera reunión. Como podéis ver, la verticalidad de la pared es absoluta.


Los últimos metros del primer largo, ya vamos llegando a la reunión.


Cambiamos de cuerdas y ahora soy yo el que va de primero, me ha tocado el largo de artificial, aunque los primeros metros son en libre, 6b+ hasta llegar al primer techo.


Los techos del segundo largo, como podéis ver, son impresionantes.


Mis compañeros, desde la reunión, observan las filigranas que hago colgado de un estribo.


Se superan tres techos seguidos; menos mal que están bien equipados con bolts y no hay que hacer cosas raras, es una vía bonita y muy cómoda.


Llego a la segunda reu y recojo cuerda a mis compañeros. Alex se detiene en algunos lugares a fotografiar a Javi.


Cuando sales del tercer techo te encuentras con una placa vertical donde hay que dar un buen apretón para llegar a la reunión.


Los techos son impresionantes y aumentan la sensación de "patio" de la pared.


Alex siempre con la cámara en ristre, le da igual la posición en la que esté.


El tercer largo es para Javi.


A esta altura la visión que tenemos sobre el desfiladero y el río Mijares es espectacular.


El tercer largo es el más difícil en libre, tiene una zona de 6c que nos obliga a ponernos los machos.


Hasta el último paso de la vía es difícil, en esta vía no te regalan ni un paso.


Pero ya lo hemos solucionado y llegamos contentos a la cumbre. Otra vía más, otra jornada para el recuerdo.


Y el descenso, rapelando en "volado", también impresionante. la verdad es que la vía que hemos hecho, Dale Candela, no tiene desperdicio, os la recomiendo.