miércoles, 20 de marzo de 2013

Vías El Río que nos Lleva y Madame

Iñaki Miró
Guía de Montaña, Escalada, Espeleología y Barranquismo
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Escalada en Montanejos
Barranco de la Maimona
Vías El Río que nos Lleva y Madame


Las fotografías que ilustran este reportaje son propiedad del autor así como de los amigos que han participado en la realización de esta escalada, excepto una del principio propiedad de nuestro amigo Álex Ulcia, compañero también de escalada, y la de la cabra montés, descargada de Internet.



Una vista del impresionante barranco formado por el río Maimona, afluente del Mijares (todo ello en el término municipal de Montanejos, provincia de Castellón). La cumbre que vemos al fondo es La Rosada, de 950 m de altitud, la más alta de la serranía que delimita en su orilla derecha el barranco.


El Barranco de la Maimona, defendido en ambas orillas por impresionantes paredes calcáreas de hasta 250 m de desnivel, es un impresionante y bravío tajo que la naturaleza se ha encargado de tallar en estas montañas.


La cumbre más elevada de estas montañas, situada en la orilla izquierda natural del barranco, es el Morrón de Campos, de 966 m de altitud.


Ésta es una tierra bravía, salvaje, de relieves encrespados y una geografía dura, por donde las cabras montesas, jabalíes y águilas reales viven todavía a sus anchas y no es difícil verlos.


Para los montañeros y paseantes hay un camino que discurre a media altura- Sendero de la Bojera- que, con salida y llegada en el pueblo de Montanejos, permite recorrer todo el barranco de manera circular; una bonita excursión de unas tres horas y media de duración.


Para la realización de este reportaje nos proponíamos realizar una escalada combinando dos de las vía más bonitas de estas paredes.


Y ésta fue la vía elegida, la primera parte de El Río que nos Lleva para atravesar la zona inferior de la pared conocida como Los Calpes, y la vía Madame en la zona alta de la misma pared. En total, ocho largos para recorrer algo más de 260 m de una escalada difícil, atlética, y sobre todo, espectacular.


Así que, el 17 de febrero del presente año 2013, un día que amaneció despejado en Montanejos pero con un par de grados bajo cero, fue el elegido para atacar esta vía.


Después de dejar la furgoneta de Paco aparcada en el camino de acceso cogimos el sendero que nos introduce en el interior del barranco. Hay bastante humedad y el frío es intenso; llevamos bastante ropa.


Pero media hora más tarde, ya en la base de la pared, sale el sol y tenemos que empezar a quitarnos ropa.


Más o menos ésta es la línea que siguen los tres largos inferiores de la vía El Río que nos Lleva, aunque la imagen está un poco distorsionada al estar sacada desde abajo. Como veis, el segundo largo atraviesa una espectacular placa gris de movimientos delicados y una dificultad de 6b.


Como la combinación de vías elegidas tiene un total de ocho largos y somos tres escaladores, nos repartimos la cabeza de cuerda. A mí me han tocado estos tres primeros largos.


La vía elegida está totalmente equipada con parabolts y la roca es franca y de buena calidad, proliferando las regletas y pequeños agujeros para dedos.


Enseguida vamos cogiendo altura y el paisaje cambia constantemente a nuestra vista.


La vía El Río que nos Lleva fue abierta en el año 2009 por Loli Puig, Javi Nieto, Kiko Estellés y Ramón Cadalas.


El primer largo, con una dificultad de 6a, atraviesa un pequeño techo característico, muy estético.


Mis amigos Javi y Paco en la base de la vía. Uno me asegura mientras el otro aprovecha para sacar fotos.


 Una vez superado el techo con un paso algo desplomado de V+ entramos en una zona menos definida de la pared con bastante vegetación.


Este primer largo que nosotros hacemos de una tirada en realidad se abrió en dos, aunque la primera reunión, la que evitamos, queda un poco a desmano.


Después de un largo de 45 m llego a la reunión y mi compañeros comienzan a escalar. En la imagen Javi Zaragoza.


Y Paco Moya, los dos disfrutando de la roca.


La primera reunión es bastante cómoda, al lado de una sabina que crece retorcida.


Desde esta primera reunión, a 50 m del suelo, tenemos una vista excepcional sobre el barranco y la cumbre del pico La Rosada.


En estas paredes del Barranco de la Maimona crecen espectaculares y retorcidos ejemplares de Sabina (Juniperus sabina), formando unos bonsais naturales de increíble belleza.


El segundo largo es el más bonito de esta parte inferior de la pared.


Javi y Paco en la reunión no se pierden ni uno de los movimientos, dentro de un rato les toca a ellos.


La perspectiva para sacar fotos desde la reunión no es muy buena. La pared aquí es vertical y bastante lisa. La vía discurre por una grieta retorcida que no deja más opciones.


La dificultad del largo, 6b, no consiste en un solo movimiento aislado, sino que es bastante mantenida a lo largo de casi veinte metros, más arriba se suaviza algo.


Ya he llegado a la reunión y mis compañeros empiezan el segundo largo. En esta imagen se aprecia bastante bien la configuración de la roca.


Son movimientos bonitos, aunque la roca vertical y las presas pequeñas no dan mucha opción a los errores.


Hemos hecho esta vía en bastantes ocasiones, aunque ésta es la primera vez que la vamos a combinar con la vía Madame en la parte superior de la pared.


Javi acaba de terminar los pasos más complicados y lo que le queda hasta la reunión es ahora más sencillo.


Y ya estamos todos en la segunda reunión, disfrutando como cosacos de un bonito día de escalada.


Ataco al tercer largo. No es demasiado difícil, pero pocos metros por encima de la reunión tiene un paso de 6b- delicado, en el que si no andas con tiento es fácil caerse.


Mis compañeros están atentos en la reunión. Si observáis atentamente, hay otra cordada allí abajo que también está haciendo esta vía.


Pero bueno, el paso se soluciona sin problemas y después continúo para arriba. En las reseñas a este paso le dan menos dificultad, pero no os dejéis engañar, es bastante difícil.


Los últimos movimientos de este largo los hemos hecho en numerosas ocasiones, pues son comunes con la vía Monsieur. También la tercera reunión es común.


Ya hemos llegado al gran jardín intermedio de la vía Monsieur, donde un cable guía nos ayuda a progresar con  seguridad. la base de la siguiente pared está a unos 30 m de distancia.


El punto rojo en mitad de la pared indica la situación en la que nos encontramos en este momento.


Y ya hemos llegado a la base de la siguiente vía, donde descansamos un momento y aprovechamos para beber agua. Cuando da el sol hace calor, pero a veces se nubla y corre una brisa fría que nos hace tiritar, por eso sólo hacemos quitarnos y ponernos ropa.


Ésta es la línea correspondiente a la segunda parte de la vía que estamos haciendo. El primer largo corresponde a la vía Monsieur, y los siguientes cuatro forman propiamente la vía Madame.


Ahora le toca a Paco ir de primero abriendo vía. Yo iré en el medio haciendo fotos y Javi el último.


Este primer largo que corresponde a la vía Monsieur es espectacular, muy bonito de escalar.


A nuestra derecha queda la parte extrema de la pared, donde el desplome rojo termina y se funde con el terreno.


Es un largo muy estético que conocemos bien por haberlo hecho en numerosas ocasiones.


La dificultad de estos movimientos, que siempre cuestan encadenar, es 6b+.


 A nuestra izquierda la pared pierde el color rojo característico de las zonas desplomadas, donde la lluvia no oxida la roca, y nos muestra el gris de las placas verticales. La pared continúa durante varios cientos de metros.


Y a la izquierda de la vía Monsieur nos encontramos con nuestro amigo Pitxi repasando una vía que está abriendo en solitario.


La vía se llama El Místico de los Guijarros, una propuesta con un primer largo de 7a+ y un segundo de 6c+ hasta encontrarse con el último de la Monsieur, por el que termina saliendo a cumbre.


Por muchas veces que repitamos los mismos movimientos nunca terminas de cansarte de hacerlos.


Javi observa a nuestro amigo Paco mientras le asegura.


La tensión de los dedos se extiende a los brazos. Los movimientos al límite. La atención y la concentración para evitar la caída.


Paco ya ha llegado a la reunión y nos recoge. Mientras escalo aprovecho para sacar fotos a Javi.


Esa zona ajardinada que vista desde arriba parece una repisa intermedia, es en realidad la cumbre del Paredón del Aguacil, una impresionante y bella pared de 160 m de desnivel, donde también solemos escalar habitualmente.


Lo bueno que tienen estas vías modernas de Montanejos es que están totalmente equipadas con parabolts, lo que, a pesar de su longitud y además de darles una considerable seguridad, permite escalarlas con una concepción totalmente deportiva.


Las sensaciones con las que encaramos esta pared siempre son difíciles de superar.


Ahí abajo el fondo del barranco nos marca siempre la altura que vamos cogiendo.


Para mí, pocas sensaciones son comparables a la del tacto de la roca caliente por el sol del Mediterráneo.


Y ahí está Paco, recogiendo nuestras cuerdas en la reunión.


Yo ya he llegado y Javi ataca los últimos metros del largo con decisión.


Mis dos compañeros, Paco y Javi, con los que llevo escalando y disfrutando de estas montañas desde hace ya unos siete años


Vamos cogiendo altura y la perspectiva de las montañas circundantes va cambiando, pero sin perder ni un ápice de su espectacularidad y belleza.


Paco ataca el quinto largo de la vía, que en realidad es el primero de la Madame, la vía que queríamos conocer.


Javi continúa asegurando mientras yo aprovecho para sacarles fotos. Al fondo, el barranco.


Allí abajo, forzando el zoom de la cámara al máximo, vemos al primero de cuerda de la cordada que venía detrás de nosotros; han terminado también la primera parte del Río que nos Lleva.


Paco continúa subiendo. Este primer largo de la Madame depara sensaciones controvertidas. Es bonito, pero la roca pincha bastante los dedos y en algunos lugares tiene mucho polvo. Es una vía que todavía se ha hecho muy poco y se nota.


La dificultad del largo es 6b.


Paco ha llegado a la reunión y nosotros ya estamos subiendo. La vía está bien asegurada.


La vía Madame fue abierta en septiembre del año 2010 por Diego Miralles, Javi Barrios y Luis Alfonso.


Desde esta pared, la vista que tenemos del barranco es espectacular.


La parte alta del largo, bajo la reunión, nos ofrece unos movimientos estéticos y bastante precisos, da pocas opciones.


Pero es muy bonito, la roca aquí es cálida, está limpia y nos permite disfrutar de la escalada.


La reunión es relativamente cómoda, para estar situada en medio de estos impresionantes desplomes.


En realidad ésta sería propiamente la vía Madame, con un primer largo de 6b, un segundo en travesía de 7a, un tercero también en travesía de 6c y un último de V grado. Como veis, sortea de manera muy inteligente los grandes desplomes de esta pared para evitar una escalada artificial.


Yo ya he llegado a la reunión y Javi se dispone a realizar el último movimiento.


Y Paco empieza el largo clave, el de 7a.


Mientras Javi continúa asegurándole.


Es sorprendente lo que la naturaleza puede crear en condiciones tan extremas; cómo la vida se abre camino en lugares aparentemente tan yermos.


Los primeros movimientos del largo son verticales, pero enseguida llega Paco a la zona donde empieza el desplome que cruza toda la pared de lado a lado.


Aquí empieza verdaderamente el largo de 7a, aunque en realidad, obligado, será sólo 6a+.


Como no conocemos esta vía no nos perdemos ni uno solo de los movimientos que hace nuestro amigo.


La visión que de él tenemos es espectacular. Vamos a terminar con tortícolis en el cuello de tener la cabeza tan inclinada hacia atrás.


Y la vista sobre el valle del río Mijares, a nuestra derecha, es soberbia y espectacular.


Paco va superando sin grandes problemas todos y cada uno de los movimientos del largo.


¡Y por fin llega a la reunión!, momento que el zoom de la cámara nos permite inmortalizar.


Y a nuestra izquierda el Barranco de la Maimona, espectacular, bravío, de una belleza mineral, el reino de la roca vertical.


Empezamos también nosotros a escalar este largo.


La entrada a esta placa lisa cuesta bastante, es uno de los pasos claves del largo.


Y nuestro compañero va recogiendo cuerdas, en una reunión colgada.


El largo es espectacular, intenso, con movimientos duros pero bonitos bajo el gran desplome.


El largo está bastante bien asegurado y la roca está limpia y es franca, lo que permite forzar los movimientos hasta el límite.


Ésta es una vía que por la belleza de sus movimientos se convertirá en una gran clásica.


No tardo mucho en llegar a la reunión. Es colgada, por lo que no vamos a estar muy cómodos.


Como podéis apreciar en las imágenes, el largo se desarrolla a través de una gran travesía ascendente bajo los desplomes.


A veces resulta prodigioso observar cómo, en la Naturaleza, la vida utiliza insólitos caminos para abrirse paso. Esta extraña y espectacular sabina que no deja de sorprendernos puede tener decenas de años.


Y Javi realiza los últimos movimientos antes de llegar a la reunión.


Esta escalada nos está deparando sensaciones y momentos que van a resultar inolvidables por lo espectacular del vacío que se abre bajo nuestros pies.


Y en los dos últimos largos es Javi el encargado de escalar de primero.


El largo de 7a recorría la parte inferior del desplome, y el que toca ahora, de 6c, la parte superior del mismo, bajo otro gran desplome.


Está bien asegurado y se recorre sin problemas, solucionando los pasos uno a uno.


Qué duda cabe que las caídas en travesía son más problemáticas que en una escalada vertical.


Pero Javi escala con cuidado y poco a poco va solucionando el largo.


Ya ha llegado a la reunión y ahora nos toca a nosotros. Empiezo yo para poder fotografíar a Paco en este espectacular ambiente.


Son movimientos atléticos sobre una roca excepcional.


En un ambiente difícil de superar.


Y una vez terminada la travesía unos pocos movimientos nos ponen de nuevo en la reunión, la última antes de la cumbre.


Estamos bastante satisfechos, esta vía era un sueño para nosotros.


El último largo es bastante fácil, V grado, pero está totalmente desequipado por lo que conviene llevar dos o tres friends de tamaños medianos.


Y por fin en la cumbre tras unas cuantas horas de escalada. Lo primero que hacemos es recoger el material.


Y posamos los tres en una autofoto de cumbre que hacemos poniendo la máquina sobre una piedra.

Desde aquí, miremos hacia donde miremos, la vista es espectacular. A un lado el valle del río Mijares.


La ladera contraria a donde nos encontramos en el barranco de la Maimona, siempre bravía y hermosa.


El fondo del barranco, donde se encuentran el resto de las paredes donde solemos escalar.


Y en la otra vertiente de esta montaña el desfiladero llamado Estrecho de Mijares, un rincón espectacular de esta comarca. En esta imagen se puede observar la frondosidad del bosque de pino laricio que cubre estas montañas, una verdadera selva levantina.


Paco es un hombre de costumbres, y antes de iniciar el descenso se lía un cigarrillo, el de "después".


Al principio el camino de bajada es un buen sendero que discurre entre sabinas y matorrales de romero.


Y poco más abajo entramos por fin en el bosque, donde el camino nos llevará en unos veinte minutos a donde nos espera la furgoneta y la vuelta a casa.


Y con esta foto de la pared que acabamos de escalar termino el reportaje, espero que os haya gustado ver las imágenes tanto como nosotros disfrutamos durante la realización de las mismas. Un saludo a todos.