lunes, 16 de febrero de 2015

Montanejos, vía Dale Candela.

Iñaki Miró, blog de montaña y literatura
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Estrecho de Mijares
vía Dale Candela


En la comarca castellonense del Alto Mijares, al noroeste de Montanejos, en la frontera con la provincia de Teruel, se abre la sierra de Ferriz, cuya cumbre más elevada es el pico Cruces, de 1.709 m  de altitud. El río Mijares es el encargado de recoger las aguas que vierte esta sierra por el sur, que las almacena en el embalse de Arenoso. En uno de los extremos de esta región, en la ladera norte del pico Morrón de Campos o Frontón, de 966 m de altitud, el río Mijares ha abierto un estrecho desfiladero llamado por los lugareños "Desfiladero de los Chiparrajos".


El también llamado "Estrecho de Mijares", defendido a ambos lados por acantilados calcáreos de unos 100 m de altura y una verticalidad absoluta, se convirtió a mediados de los años 80 en uno de los destinos más interesantes y atractivos para los escaladores del país, que abrieron en estas paredes numerosos itinerarios de escalada de alta dificultad. 


Desde la carretera que une Montanejos con Arenoso, descendemos hasta la presa y allí tomamos un sendero que  recorre la orilla izquierda del desfiladero, embalsada, y por el que se puede acceder hasta la mayoría de las vías de escalada de la orilla izquierda.


La vía "Dale Candela", de unos 90 m de longitud repartidos en tres largos de escalada y una dificultad de 6c/A1, totalmente equipada con parabolts, fue iniciada por los hermanos Roncero y terminada en marzo del 2013 por Barrios y Pitxi.



Era una vía que teníamos en mente, así que, por fin, el 10 de mayo del pasado año 2014, Alex, Javi y yo, nos decidimos y fuimos a por ella.


La vía sólo tiene tres largos, es un poco más corta que otras de la zona porque el empiece está bastante alto sobre el camino, hay que buscar el acceso entre los árboles.


El primer largo empieza justo en la base de un marcado espolón que nos lleva hasta la base de un gran techo. Vamos a hacer un largo cada uno,  y Alex se anima el primero.


El primer largo tiene unos 35 m de longitud y una dificultad de 6a. Empieza a la izquierda de una vía antigua llamada Álgebra Sensorial.


Alex ha llegado a la reunión y nos recoge cuerda Javi y a mí, que vamos escalando juntos.


El espolón termina a unos veinte metros de altura y la vía nos introduce en un bello diedro de roca lisa y vertical.


A la izquierda dejamos uno de los techos más impresionantes de este desfiladero, a ver quién se anima a abrir una línea justo por el medio.


Javi terminando el espolón. Aunque estamos escalando a la sombra hace una temperatura excelente.


Alex recogiendo cuerda en la primera reunión. Como podéis ver, la verticalidad de la pared es absoluta.


Los últimos metros del primer largo, ya vamos llegando a la reunión.


Cambiamos de cuerdas y ahora soy yo el que va de primero, me ha tocado el largo de artificial, aunque los primeros metros son en libre, 6b+ hasta llegar al primer techo.


Los techos del segundo largo, como podéis ver, son impresionantes.


Mis compañeros, desde la reunión, observan las filigranas que hago colgado de un estribo.


Se superan tres techos seguidos; menos mal que están bien equipados con bolts y no hay que hacer cosas raras, es una vía bonita y muy cómoda.


Llego a la segunda reu y recojo cuerda a mis compañeros. Alex se detiene en algunos lugares a fotografiar a Javi.


Cuando sales del tercer techo te encuentras con una placa vertical donde hay que dar un buen apretón para llegar a la reunión.


Los techos son impresionantes y aumentan la sensación de "patio" de la pared.


Alex siempre con la cámara en ristre, le da igual la posición en la que esté.


El tercer largo es para Javi.


A esta altura la visión que tenemos sobre el desfiladero y el río Mijares es espectacular.


El tercer largo es el más difícil en libre, tiene una zona de 6c que nos obliga a ponernos los machos.


Hasta el último paso de la vía es difícil, en esta vía no te regalan ni un paso.


Pero ya lo hemos solucionado y llegamos contentos a la cumbre. Otra vía más, otra jornada para el recuerdo.


Y el descenso, rapelando en "volado", también impresionante. la verdad es que la vía que hemos hecho, Dale Candela, no tiene desperdicio, os la recomiendo.