Guía de Montaña, Escalada, Espeleología y Barranquismo
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Las fotografías para la realización de este reportaje son en parte propiedad del autor y en parte cedidas amablemente por algunos amigos, como David Santiago, Clara Calderón, Isidro Sánchez, Jordi de Cabo, Carmina Pereiros y blog Abriendo Huella, Refugio de Góriz, blog Close to the Edge y Grupo Espeleológico de Badalona, además de alguna que otra imagen sin copyright obtenida de Internet.
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
El Monte Perdido, de 3.355 m de altitud, fotografiado aquí en invierno desde el collado del Cilindro, es una de las cumbres más emblemáticas y conocidas de los Pirineos. Máxima altitud de un cordal de montañas en las que 22 cumbres superan los 3.000 m de altura, constituye en sí mismo un macizo montañoso de extraordinaria belleza e importancia.
En la imagen, cabecera del valle de Ordesa con la cumbre del Monte Perdido a la izquierda.
Desde el 13 de julio de 1982, esta montaña está integrada dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, con 15.608 hectáreas protegidas, que vino así a sustituir al inicial Parque Nacional de Ordesa que desde 1918 sólo protegía el valle del mismo nombre.
Las Cumbres de más de 3.000 m
El Perdido fue ascendido por primera vez por el naturalista francés Ramond de Carbonieres con varios alumnos y guías locales, en el verano de 1.787, tras varios intentos fallidos.
De Oeste a Este
El Gavieto o Gavietou (en la imagen una fotografía de la cara norte a finales de verano, ya sin nieve), como se le denomina en la vertiente francesa, con 3.034 m de altitud, el más occidental de los "tresmiles" de este macizo. Siempre ha sido considerada una cumbre menor, a la sombra de su hermano mayor el Taillón.
El Taillón, vertiente norte, en una fantástica imagen en la que se ve también el Gabieto y la Brecha de Roldán. La primera ascensión de que se tiene noticia fue realizada en 1792, sin más datos. La ruta normal, sencilla de realizar, discurre por la arista que se aprecia a la izquierda de la imagen, viniendo desde la Brecha de Roldán y el refugio de Serradets.El Casco de Marboré, denominado también por los lugareños de la vertiente sur Corral Ciego, es una cumbre de 3.006 m de altitud cuya ladera norte forma parte del denominado Circo de Gavarníe. La ruta normal de ascensión, desde la Brecha de Roldán o el refugio de Góriz, discurre por el Paso de los Sarrios, en el lado opuesto de la imagen. Se desconoce el año y el autor de la primera ascensión.
La Torre de Marboré, en el centro de la imagen, de 3.009 m de altitud, otra de las cumbres importantes del Circo de Gavarníe. Se desconoce el año y el autor de la primera ascensión. La ruta normal de ascensión discurre por la vertiente sur. Por el lado norte, como podéis ver, forma una fantástica pared de casi 400 m de desnivel.
El Marboré, la cumbre principal del Circo de Gavarnie con 3.248 m de altitud, a la izquierda de la fotografía, forma en su vertiente norte una fantástica pared de 1.600 m de desnivel, la mayor de la cadena pirenaica. La ruta normal de ascensión, sencilla, se realiza por la vertiente sur, y fue inaugurada en 1865 por los pireneístas franceses Russell y Passet.
Los Astazous, grand y petite, de 3.071 y 3.012 m de altitud respectivamente, que también abren sus caras nortes sobre el valle de Gavarníe. La ruta normal de ascensión se realiza por la vertiente sur, desde el lago situado frente a la cara norte de Monte Perdido.
El Cilindro de Marboré, vertiente nordeste, de 3.328 m de altitud, la cumbre más occidental de las Tres Sorores. Se desconoce el año y el nombre del primer ascensionista. La ruta normal de esta montaña es más fácilmente accesible desde el refugio de Góriz.
De nuevo el Monte Perdido, cumbre principal del macizo y la central de las Tres Sorores. En esta imagen se aprecia a la perfección el corredor que se utiliza más a menudo como ruta normal de ascensión, el llamado de la Escupidera. A pesar de ser una ruta sencilla, unos cuantos montañeros han perdido la vida en esta ascensión.
La Punta de las Olas, a la derecha de esta fantástica imagen en la que se ven también el Soum de Ramond y el Perdido, tiene apenas 3.002 m de altitud y es el más bajo de los denominados "tresmiles". La ruta de ascensión, en el camino de su vecino mayor, es sencilla y muy lógica de encontrar.
Las Cumbres Menores
El pico Mondarruego, 2.848 m de altitud, primera imagen que nos ofrece el valle de Ordesa según llegamos por el valle del río Ara. Bajo la cumbre, el Tozal del Mallo, una pared vertical de más de 300 m de altura, principal atractivo del valle para los escaladores.
Y todavía más hacia el este, separado del anterior por el Circo de Cotatuero, encontramos el pico Tobacor, de 2.779 m de altitud. Estas tres cumbres, Mondarruego, Gallinero y Tobacor, presentan hacia el valle de Ordesa unas impresionantes paredes rocosas que los lugareños llaman fajas.
El Tozal del Mallo, de 2.254 m de altitud y una pared vertical de casi 300 m, en el valle de Ordesa. Aunque no es propiamente una cumbre porque sólo es una más de las paredes llamadas fajas de Mondarruego, lo incluimos en este listado de cumbres por el impresionante aspecto picudo que ofrece desde el fondo del valle.
El Tozal del Mallo acoge cada año a un buen número de escaladores que recorren las diferentes líneas de escalada equipadas en su impresionante pared sur. En la imagen un escalador en la vía abierta por los hermanos Ravier.
En la ladera de enfrente del valle de Ordesa, la sierra de las Cutas presenta su mayor altitud en la punta Acuta, o pico Diazas, de 2.247 m de altitud. Desde esta cumbre se disfruta de una fantástica panorámica de todos los tresmiles del parque.
El pico de Serradets, en una imagen invernal, sobre el refugio del mismo nombre, situado en la vertiente norte o francesa del macizo y frente a la Brecha de Roldán. Aunque en realidad se haya situado fuera del Parque Nacional por encontrarse enteramente en territorio francés, lo incluimos porque es una cumbre más del macizo.
El pico Sestrales, de 2.106 m de altitud, la cumbre más elevada de los farallones que protegen el cañón de Añisclo y mirador impresionante sobre dos valles.
Desde el valle de Pineta, vista del pico Pineta, en el centro, con 2.861 m de altura, y el Forcarral, a la derecha, de 2.717 m de altitud.
Otra imagen de las mismas cumbres, Pineta y Forcarral, sacada en verano desde el camino de Pineta.
La hilera de cumbres que separan el valle de Pineta de la garganta de Escuaín. A la izquierda, sobre el collado de Añisclo, el pico de la Suca, llamado también pico Inferior de Añisclo, de 2.802 m de altitud. Después la Suca Punchada, 2.780 m; Suca Roncha, de 2.753 m y Suca Plana, 2.697 m. Estas tres últimas son conocidas también como las Tres Marías.
Los Valles Glaciares
Del macizo del Monte Perdido, la cumbre más elevada de la región, surgen de forma radial cinco antiguos e impresionantes valles por los que en otra época desaguaban las lenguas del enorme circo glaciar que cubría estas montañas. El de Gavarníe al norte, situado enteramente en territorio francés e incluido dentro del Parc National des Hautes Pirinees. Al oeste, el valle de Ordesa; al sur, el cañón de Añisclo; al sudeste, la garganta de Escuaín; y al este, el valle de Pineta.
Impresionante panorámica del valle de Ordesa, el más conocido de los cinco y que da nombre al parque nacional.
Otra excepcional imagen de la zona alta del valle de Ordesa.
Hacia el norte sale el valle de Gavarníe, por donde circula el río del mismo nombre. Imagen tomada desde la cumbre del pico Marboré.
El valle de Pineta fotografiado en primavera desde la parte más elevada del mismo, el llamado Balcón de Pineta, bajo la cara norte del Monte Perdido.
Y en otoño la vista contraria, desde el sur hacia las cumbres del Parque Nacional y el Balcón de Pineta.
Impresionante y bella imagen otoñal del cañón de Añisclo río abajo, fotografiado desde la zona del valle. La cumbre más alta del cañón, que se adivina al fondo a la izquierda, es el pico Sestrales.
Y la imagen contraria, el cañón de Añisclo fotografiado desde la zona inferior. Al fondo se adivinan las dos cumbres que cierran el collado de Añisclo, a la izquierda la Punta de las Olas y a la derecha el pico Inferior de Añisclo.
Y por último la garganta de Escuaín, el más pequeño, estrecho y a la vez menos conocido de los cinco valles, que se desarrolla en la parte inferior de las laderas que bajan desde las Sucas o Tres Marías hacia el oeste. Al fondo el cuello Viceto, collado que separa esta garganta del cañón de Añisclo.
Los Refugios
Una red de refugios y cabañas permite vivaquear y un merecido descanso a los montañeros y visitantes del Parque Nacional.
Refugio de Góriz, el más grande y conocido de estas montañas, situado a 2.200 m de altitud en los llanos de Millaris, entre el monte Tobacor y las Tres Sorores.
Refugio de Serradets, situado a 2.587 m de altitud entre la Brecha de Roldán y el pico Serradets. Aunque está en la vertiente norte de este macizo y por lo tanto en territorio francés, lo incluimos aquí por ser un punto de salida importante para acceder a la mayoría de las montañas circundantes.
Refugio de Tucarroya, situado a 2.666 m de altitud, el más elevado y a la vez el más pequeño de los tres. Está construido como en un nido de águilas, en la brecha del mismo nombre y frente a la fantástica cara norte del Monte Perdido.
En el valle de Ordesa hay una serie de cabañas de madera, como ésta del bosque de las Hayas, que sirven de refugio para los montañeros y excursionistas en caso de mal tiempo.
Refugio de Tucarroya, situado a 2.666 m de altitud, el más elevado y a la vez el más pequeño de los tres. Está construido como en un nido de águilas, en la brecha del mismo nombre y frente a la fantástica cara norte del Monte Perdido.
Los Glaciares
En esta imagen de la cara norte del Monte Perdido, sacada el 30 de septiembre de 1976, al final del verano, se aprecian bien las espectaculares y verticales barreras de seracs (hielo fósil) de hasta cincuenta y sesenta metros de espesor que se abrían sobre los dos frentes rocosos que dividen la pared. La masa del glaciar también estaba tapizada de profundas grietas de ruptura. Obviamente otros treinta años antes estos frentes rocosos no existían, estaban cubiertos por el glaciar. Para que os hagáis una idea del espesor de hielo, basta decir que el desnivel que aparece en la foto es de casi ochocientos metros entre la base y la cumbre.
En esta otra imagen, obtenida apenas un año después, en julio de 1977, se ve claramente cómo la pared de hielo del primer frente de seracs, por la derecha, ha disminuido de forma notable, ¡en sólo un año!
Los glaciares están en franco retroceso en todos los Pirineos y por supuesto en estas montañas. Hace apenas treinta años todavía se veían pequeños circos glaciares entre el Taillón y el Gabieto, bajo las caras nortes del Casco y Torre de Marboré, frente a la cara norte de los Astazous y en el pequeño circo elevado que se encuentra entre el Monte Perdido y el Soum de Ramond. Hoy en día en estos lugares sólo quedan, cuanto más, pequeños ventisqueros.
En esta otra imagen de la misma pared, sacada hace unos pocos años, vemos como las dos barreras de seracs prácticamente han desaparecido, y solamente se mantiene algo de espesor de hielo en la zona izquierda del primer glaciar.
La misma imagen sacada en agosto de hace dos años. Como vemos, el antiguo glaciar se ha convertido en dos ventisqueros separados entre sí, sin apenas espesor de hielo, que no recuerda para nada a lo que fue hace apenas treinta años. ¿Podemos imaginar cómo será este paisaje dentro de otros treinta?
En primer término el llamado lago helado de Marboré, que por supuesto en esta imagen no tiene nada de helado.
Y en esta otra imagen del año pasado el ventisquero ha perdido todavía más espesor
Y sin embargo esta otra imagen está sacada en el mismo lago helado de Marboré, en julio de 1977, completamente cubierto de hielo. Otro ejemplo de lo que está suponiendo el cambio climático en estas montañas, con la imparable subida de las temperaturas y el subsiguiente descenso de la cantidad de nieve que cae durante el invierno.
Detalle del frente de hielo del segundo glaciar, el más alto y pequeño de los dos, fotografiado el 30 de septiembre de 1976. El espesor de hielo aquí, ese año, era de más de veinticinco metros.
Hace años estas gigantescas grietas de ruptura eran corrientes sobre este glaciar. Hoy en día ya no existen porque la capa de hielo que todavía queda no tiene el espesor suficiente para que se formen.
El río Arazas recorre el fondo del valle de Ordesa salvando un gran desnivel a lo largo de varios kilómetros de recorrido, y lo hace formando bellas cascadas que constituyen uno de los principales atractivos del valle. En la imagen la Cola de Caballo, que atraviesa la última faja que cierra la parte alta del valle.
Un poco más abajo encontramos las cascadas de las Gradas, donde el llano alto de Soaso se cierra para dar paso a la zona más estrecha del valle, en el límite del bosque.
Cascada de la Cueva, en la zona baja del valle de Ordesa y con un desnivel total de 40 m, quizás la más espectacular y conocida de todas.
La misma cascada con su aspecto invernal, cubierta de carámbanos de hielo, en una imagen de archivo que tiene más de treinta años.
Cascada de Cotatuero (uno de los dos circos laterales que tiene el valle de Ordesa) también en una imagen invernal.
Y la misma imagen en primavera, cuando el deshielo carga los ríos y arroyos de aguas turbulentas.
Zona baja del río Arazas atravesando la pradera del valle de Ordesa. Aquí el río se calma y discurre con más tranquilidad, pero aguas abajo se encabrita de nuevo y vuelve a formar varias cascadas tumultuosas antes de unirse al río Ara, el principal o consecuente, que viene del valle de Bujaruelo.
El río Cinca nace en la parte alta del valle de Pineta, y se alimenta de docenas de arroyos tumultuosos que bajan encabritados por las laderas y ventisqueros del Monte Perdido y otras montañas circundantes.
Dependiendo de la época del año bajan con mayor o menor cantidad de agua, pero muchas de estas cascadas son espectaculares.
El agua del deshielo corre, salta y brinca arrastrando troncos y piedras, tallando las rocas del cauce y esculpiendo formas caprichosas.
Creando también pozas de aguas calmas y rincones de espectacular belleza. Este tipo de saltos y formaciones se dan también con profusión en el río Bellós, que atraviesa el cañón de Añisclo, y en el río Yaga, que forma la garganta de Escuaín.
Hacia el norte, en el Circo de Gabarníe, los ventisqueros de las caras nortes de Marboré, Torre y Casco forman también numerosas cascadas de aguas bravas, entre ellas (a la izquierda) la Cascada de Marboré, que con 400 m de desnivel es una de las más altas de Europa.
El macizo del Monte Perdido es el grupo de montañas calcáreas más elevado de Europa, porque los macizos más altos de los Alpes y otras cordilleras son de composición granítica. En toda la ladera sur de la cordillera, desde la garganta de Escuaín hasta el Gabieto, se ha formado un impresionante entramado de grandes simas y cuevas con desarrollos kilométricos y algunas de las mayores cotas de profundidad de la península.
Exploración de una sima profunda (C-9) en la Garganta de Escuaín realizada por el Grupo de Espeleología Badalona. Los exploradores subterráneos utilizan técnicas de escalada para progresar por las galerías inundadas.
Los glaciares están en franco retroceso en todos los Pirineos y por supuesto en estas montañas. Hace apenas treinta años todavía se veían pequeños circos glaciares entre el Taillón y el Gabieto, bajo las caras nortes del Casco y Torre de Marboré, frente a la cara norte de los Astazous y en el pequeño circo elevado que se encuentra entre el Monte Perdido y el Soum de Ramond. Hoy en día en estos lugares sólo quedan, cuanto más, pequeños ventisqueros.
En esta otra imagen de la misma pared, sacada hace unos pocos años, vemos como las dos barreras de seracs prácticamente han desaparecido, y solamente se mantiene algo de espesor de hielo en la zona izquierda del primer glaciar.
La misma imagen sacada en agosto de hace dos años. Como vemos, el antiguo glaciar se ha convertido en dos ventisqueros separados entre sí, sin apenas espesor de hielo, que no recuerda para nada a lo que fue hace apenas treinta años. ¿Podemos imaginar cómo será este paisaje dentro de otros treinta?
En primer término el llamado lago helado de Marboré, que por supuesto en esta imagen no tiene nada de helado.
Y en esta otra imagen del año pasado el ventisquero ha perdido todavía más espesor
Y sin embargo esta otra imagen está sacada en el mismo lago helado de Marboré, en julio de 1977, completamente cubierto de hielo. Otro ejemplo de lo que está suponiendo el cambio climático en estas montañas, con la imparable subida de las temperaturas y el subsiguiente descenso de la cantidad de nieve que cae durante el invierno.
Detalle del frente de hielo del segundo glaciar, el más alto y pequeño de los dos, fotografiado el 30 de septiembre de 1976. El espesor de hielo aquí, ese año, era de más de veinticinco metros.
Hace años estas gigantescas grietas de ruptura eran corrientes sobre este glaciar. Hoy en día ya no existen porque la capa de hielo que todavía queda no tiene el espesor suficiente para que se formen.
Ríos y Cascadas
El río Arazas recorre el fondo del valle de Ordesa salvando un gran desnivel a lo largo de varios kilómetros de recorrido, y lo hace formando bellas cascadas que constituyen uno de los principales atractivos del valle. En la imagen la Cola de Caballo, que atraviesa la última faja que cierra la parte alta del valle.
Un poco más abajo encontramos las cascadas de las Gradas, donde el llano alto de Soaso se cierra para dar paso a la zona más estrecha del valle, en el límite del bosque.
Cascada de la Cueva, en la zona baja del valle de Ordesa y con un desnivel total de 40 m, quizás la más espectacular y conocida de todas.
La misma cascada con su aspecto invernal, cubierta de carámbanos de hielo, en una imagen de archivo que tiene más de treinta años.
Cascada de Cotatuero (uno de los dos circos laterales que tiene el valle de Ordesa) también en una imagen invernal.
Y la misma imagen en primavera, cuando el deshielo carga los ríos y arroyos de aguas turbulentas.
El río Cinca nace en la parte alta del valle de Pineta, y se alimenta de docenas de arroyos tumultuosos que bajan encabritados por las laderas y ventisqueros del Monte Perdido y otras montañas circundantes.
Dependiendo de la época del año bajan con mayor o menor cantidad de agua, pero muchas de estas cascadas son espectaculares.
El agua del deshielo corre, salta y brinca arrastrando troncos y piedras, tallando las rocas del cauce y esculpiendo formas caprichosas.
Creando también pozas de aguas calmas y rincones de espectacular belleza. Este tipo de saltos y formaciones se dan también con profusión en el río Bellós, que atraviesa el cañón de Añisclo, y en el río Yaga, que forma la garganta de Escuaín.
Hacia el norte, en el Circo de Gabarníe, los ventisqueros de las caras nortes de Marboré, Torre y Casco forman también numerosas cascadas de aguas bravas, entre ellas (a la izquierda) la Cascada de Marboré, que con 400 m de desnivel es una de las más altas de Europa.
Las Grutas
El macizo del Monte Perdido es el grupo de montañas calcáreas más elevado de Europa, porque los macizos más altos de los Alpes y otras cordilleras son de composición granítica. En toda la ladera sur de la cordillera, desde la garganta de Escuaín hasta el Gabieto, se ha formado un impresionante entramado de grandes simas y cuevas con desarrollos kilométricos y algunas de las mayores cotas de profundidad de la península.
Exploración de una sima profunda (C-9) en la Garganta de Escuaín realizada por el Grupo de Espeleología Badalona. Los exploradores subterráneos utilizan técnicas de escalada para progresar por las galerías inundadas.
En las laderas sur del Casco y del Marboré se encuentran algunas de las cuevas más elevadas de estas montañas, como la conocida Gruta Helada de Casteret. Algunas de ellas estaban internamente tapizadas de hielo, con glaciares subterráneos de hielo fósil de color azulado.
Pero desgraciadamente imágenes como ésta son cada día más difíciles de encontrar. La desaparición del hielo subterráneo en estas montañas viene pareja a la disminución de los glaciares en el exterior.
En otoño los bosques de hoja caducifolia se visten con todos los tonos de la gama del ocre.
En el bosque que tapiza las laderas de umbría del cañón de Añisclo se entremezcla una gran variedad de especies de hoja caduca, como robles, castaños, hayas, servales y arces, junto con algunos pinos y abetos.
También las laderas del valle de Pineta están densamente cubiertas de un espectacular manto arbóreo, donde en primavera y verano el color dominante es el verde intenso.
El bosque de la Pardina del Señor, entre los pueblos de Fanlo y Servisé, al sur del valle de Ordesa y al oeste del cañón de Añisclo, es una de las masas boscosas más extensas y mejor conservadas de la región. Aquí, el otoño es una explosión de color donde parece que estuviera representada toda la gama cromática con los tonos más bellos que puedan darse en la Naturaleza.
El impresionante bosque que cubre la cara sudeste del pico Sestrales, sobre el valle de Bestué. En esta comarca del Alto Sobrarbe aragonés todos los valles, barrancos y laderas montañosas están tapizadas de un denso manto boscoso.
Pocas imágenes son tan atractivas y sugerentes como la de un camino rural en mitad de un bosque de hayas a principios de otoño, algo que abunda en este Parque Nacional.
En la actualidad el rey de estas montañas es el rebeco, aunque en el Pirineo es más conocido por los nombres de sarrio o isard. En verano es más corriente verlos por las zonas altas, por las praderas que dejan al descubierto las nieves al retirarse y los senderos que serpentean entre las fajas rocosas. Pero en invierno, cuando el manto de nieve cubre las montañas, no es difícil verlos en lo más profundo de los bosques.
El corzo, conocido también por duendecillo de los bosques, es un animal solitario o que como mucho forma pequeños grupos de hembras y crías. Es el principal habitante de las zonas bajas del bosque a la vez que animal tímido y huidizo.
Los jabalíes también son una especie corriente en todos los valles del Parque Nacional. Viven en lo profundo de los bosques y visitan habitualmente los cultivos y huertos de los pueblos, donde a veces causan daños considerables.
Desaparecidos lobos y linces de la cadena pirenaica, ambas especies a mediados del siglo pasado, el zorro, bastante adaptable y abundante en la actualidad, es el carnívoro más grande del Parque Nacional.
El siguiente carnívoro en tamaño- habitante de estas montañas- es el tejón, un mustélido de hábitos crepusculares y huidizo en sus costumbres, que vive en zonas donde se intercalan bosques y praderas.
Un visón con pelaje de verano; durante el invierno se viste con una librea blanca que utiliza para camuflarse entre la nieve. Además de los mencionados, una legión de pequeños carnívoros como gatos monteses, martas, turones, jinetas y comadrejas viven también en estos bosques.
El habitante más habitual y simpático de los árboles del bosque es la ardilla roja.
El rey de los cielos en estas montañas es el quebrantahuesos, con una población antaño con un riesgo real de extinción y hoy con una densidad de parejas nidificantes estable y en franca recuperación. Entre el Parque Natural de la Sierra de Guara, en la cadena prepirenaica del sur, y el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, suman la mayor cantidad de parejas de quebrantahuesos de Europa.
La presencia de varias parejas estables de águila real- la reina de los cazadores del cielo- en los riscos y cortados del Parque Nacional es señal inequívoca de la buena salud ecológica del mismo. También aquí-cada especie ocupando su correspondiente nicho ecológico- son habituales otras especies de aves rapaces, como los buitres leonados, halcones peregrinos, águilas calzadas y perdiceras.
Años atrás los habitantes de estos pueblos y aldeas- como Torla, guardián del valle de Ordesa, o Broto, a pocos kilómetros río abajo- vivían de la ganadería, los bosques y lo que en una naturaleza tan dura y extrema como esta se le pueda arañar al huerto y la tierra. Hoy en día, el turismo de montaña ha sido el detonante de una milagrosa recuperación económica que ha conseguido frenar la emigración de sus habitantes a las ciudades.
Pero hay otras poblaciones más alejadas de las carreteras de acceso al Parque Nacional que no han tenido tanta suerte, y en la actualidad están semiabandonadas o tienen crecimiento negativo, como les ocurre a todos los del valle de Vio. En la imagen la iglesia de Fanlo.
Pero desgraciadamente imágenes como ésta son cada día más difíciles de encontrar. La desaparición del hielo subterráneo en estas montañas viene pareja a la disminución de los glaciares en el exterior.
Los Bosques
Todas las laderas de estos valles y montañas están tapizadas de extensos a la vez que espesos bosques de tipo pirenaico, como el del valle de Ordesa, donde se entremezclan o separan dependiendo si son laderas de umbría o de solana, inmensas cantidades de pinos albares, abetos y hayas.
En el bosque que tapiza las laderas de umbría del cañón de Añisclo se entremezcla una gran variedad de especies de hoja caduca, como robles, castaños, hayas, servales y arces, junto con algunos pinos y abetos.
También las laderas del valle de Pineta están densamente cubiertas de un espectacular manto arbóreo, donde en primavera y verano el color dominante es el verde intenso.
El bosque de la Pardina del Señor, entre los pueblos de Fanlo y Servisé, al sur del valle de Ordesa y al oeste del cañón de Añisclo, es una de las masas boscosas más extensas y mejor conservadas de la región. Aquí, el otoño es una explosión de color donde parece que estuviera representada toda la gama cromática con los tonos más bellos que puedan darse en la Naturaleza.
El impresionante bosque que cubre la cara sudeste del pico Sestrales, sobre el valle de Bestué. En esta comarca del Alto Sobrarbe aragonés todos los valles, barrancos y laderas montañosas están tapizadas de un denso manto boscoso.
Pocas imágenes son tan atractivas y sugerentes como la de un camino rural en mitad de un bosque de hayas a principios de otoño, algo que abunda en este Parque Nacional.
Los Animales
Hasta hace no demasiados años, en la parte alta de la ladera sur del valle de Ordesa, bajo la punta Acuta, sobrevivía un grupo de hasta treinta ejemplares de la variedad pirenaica de cabra montesa, el bucardo. Era una especie que antiguamente habitaba toda la cordillera, ocupando el mismo nicho ecológico que los rebecos. Se cree que, además de la caza intensiva y otros factores, ha sido la competencia con esta última especie, mucho más adaptable, la que ha propiciado su desaparición. A finales de los años 70, el autor de este blog tuvo la suerte de poder pasar unos días vivaqueando en las cabañas de la Faja Pelay, y observar de cerca y en varias ocasiones al último grupo de bucardos del Pirineo.
El corzo, conocido también por duendecillo de los bosques, es un animal solitario o que como mucho forma pequeños grupos de hembras y crías. Es el principal habitante de las zonas bajas del bosque a la vez que animal tímido y huidizo.
Los jabalíes también son una especie corriente en todos los valles del Parque Nacional. Viven en lo profundo de los bosques y visitan habitualmente los cultivos y huertos de los pueblos, donde a veces causan daños considerables.
Desaparecidos lobos y linces de la cadena pirenaica, ambas especies a mediados del siglo pasado, el zorro, bastante adaptable y abundante en la actualidad, es el carnívoro más grande del Parque Nacional.
El siguiente carnívoro en tamaño- habitante de estas montañas- es el tejón, un mustélido de hábitos crepusculares y huidizo en sus costumbres, que vive en zonas donde se intercalan bosques y praderas.
Un visón con pelaje de verano; durante el invierno se viste con una librea blanca que utiliza para camuflarse entre la nieve. Además de los mencionados, una legión de pequeños carnívoros como gatos monteses, martas, turones, jinetas y comadrejas viven también en estos bosques.
El habitante más habitual y simpático de los árboles del bosque es la ardilla roja.
El rey de los cielos en estas montañas es el quebrantahuesos, con una población antaño con un riesgo real de extinción y hoy con una densidad de parejas nidificantes estable y en franca recuperación. Entre el Parque Natural de la Sierra de Guara, en la cadena prepirenaica del sur, y el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, suman la mayor cantidad de parejas de quebrantahuesos de Europa.
La presencia de varias parejas estables de águila real- la reina de los cazadores del cielo- en los riscos y cortados del Parque Nacional es señal inequívoca de la buena salud ecológica del mismo. También aquí-cada especie ocupando su correspondiente nicho ecológico- son habituales otras especies de aves rapaces, como los buitres leonados, halcones peregrinos, águilas calzadas y perdiceras.
Los Pueblos
Años atrás los habitantes de estos pueblos y aldeas- como Torla, guardián del valle de Ordesa, o Broto, a pocos kilómetros río abajo- vivían de la ganadería, los bosques y lo que en una naturaleza tan dura y extrema como esta se le pueda arañar al huerto y la tierra. Hoy en día, el turismo de montaña ha sido el detonante de una milagrosa recuperación económica que ha conseguido frenar la emigración de sus habitantes a las ciudades.
Pero hay otras poblaciones más alejadas de las carreteras de acceso al Parque Nacional que no han tenido tanta suerte, y en la actualidad están semiabandonadas o tienen crecimiento negativo, como les ocurre a todos los del valle de Vio. En la imagen la iglesia de Fanlo.
El paisaje del Parque Nacional
El autor en una imagen tomada en el sendero que une los circos de Cotatuero y Carriata- antiguos circos glaciares secundarios-, en la orilla derecha del valle de Ordesa. Al fondo la cascada de Cotatuero.
El camino del circo de Cotatuero superaba el muro de esta cascada por su izquierda, a través de un vertiginoso sendero en la roca equipado con unas pequeñas barras de hierro clavadas en la roca a principios del siglo pasado por el herrero de Broto. Este trabajo se hizo para que los cazadores pudieran perseguir a los sarrios cuando se les escapaban saltando entre las rocas. Hoy en día, para evitar accidentes, está equipado también con una sirga de acero a la que poder asegurarse.
El camino del circo de Cotatuero superaba el muro de esta cascada por su izquierda, a través de un vertiginoso sendero en la roca equipado con unas pequeñas barras de hierro clavadas en la roca a principios del siglo pasado por el herrero de Broto. Este trabajo se hizo para que los cazadores pudieran perseguir a los sarrios cuando se les escapaban saltando entre las rocas. Hoy en día, para evitar accidentes, está equipado también con una sirga de acero a la que poder asegurarse.
Una imagen de mediados del verano- en un año de nivación normal- del Monte Perdido, Soum de Ramond y Punta de las Olas, sacada desde las cercanías de Cuello Viceto.
Y una imagen similar sacada a finales de verano de un año extremadamente seco, desde la ladera del pico Sestrales. A la izquierda se ve también la cumbre del Cilindro de Marboré.
Una bucólica imagen veraniega del collado de Añisclo y de la ladera este del pico de la Suca o Inferior de Añisclo, sobre el valle de Pineta, sacada desde el prado y refugio de Lalarri, situado en la periferia del Parque Nacional.
El río Ara, alimentado por las aguas de los valles de Ordesa y Bujaruelo, a la entrada del pueblo de Torla. Al fondo a la derecha cumbre y fajas del pico Mondarruego.
Las rocosas fajas altas del pico Gallinero- en la imagen cubiertas someramente por la nieve- caen de manera vertiginosa sobre el circo de Cotatuero, en el valle de Ordesa.
La Brecha de Roldán, o de Rolando, desde el sur, en una imagen primaveral del año 1977. Este impresionante paso natural entre las vertientes norte y sur del macizo, defendido por dos espolones rocosos de más de 100 m de altura, tiene apenas 40 m de anchura y está situado a 2.804 m de altitud.
Y la misma Brecha de Roldán fotografiada el mismo año que la anterior pero desde la vertiente norte, sobre el antiguo glaciar- hoy convertido en simple ventisquero- de Serradets.
Y la misma Brecha de Roldán fotografiada el mismo año que la anterior pero desde la vertiente norte, sobre el antiguo glaciar- hoy convertido en simple ventisquero- de Serradets.
Y sobre estas montañas hoy tan parcas en precipitaciones caían antaño copiosas nevadas que acumulaban grandes cantidades de nieve en sus laderas. En esta imagen, tomada en Pascua de 1977, se puede ver a un montañero caminando ¡sobre el tejado del refugio de Serradets! Comparad ésta con la imagen del refugio publicada más arriba. Hoy en día es muy difícil conseguir imágenes así.
Una bella imagen veraniega de la ladera oeste del pico Mondarruego sacada desde el valle de Bujaruelo, en la periferia del Parque Nacional. La configuración paisajística de esta ladera es similar a la que cae sobre el valle de Ordesa: densos bosques en la zona inferior y fajas rocosas en la superior.
Y una bella imagen invernal del llano de Soaso, cabecera del valle de Ordesa. El río Arazas es lo único que no aparece cubierto por la nieve.
No podía faltar aquí una fotografía del delicado Edelweis, flor de las nieves, obtenida en los prados de la Senda de los Cazadores, en el valle de Ordesa.
Una bella imagen veraniega de la ladera oeste del pico Mondarruego sacada desde el valle de Bujaruelo, en la periferia del Parque Nacional. La configuración paisajística de esta ladera es similar a la que cae sobre el valle de Ordesa: densos bosques en la zona inferior y fajas rocosas en la superior.
Y una bella imagen invernal del llano de Soaso, cabecera del valle de Ordesa. El río Arazas es lo único que no aparece cubierto por la nieve.
No podía faltar aquí una fotografía del delicado Edelweis, flor de las nieves, obtenida en los prados de la Senda de los Cazadores, en el valle de Ordesa.
Y para terminar, una imagen de las Tres Sorores y cumbres y valles circundantes, con el embalse de Mediano en primer plano, sacada desde las cercanías del castillo de Samitier.
muy interesant textoe,con muy bonitas fotos,tal vez un poco largo por ponerle un pero
ResponderEliminarBonito reportaje.
ResponderEliminarSin acritud te comento que en casos como éste en que usas fotografías de otros es habitual PEDIR PERMISO antes de publicarlas, más apareciendo los autores retratados en las mismas. No hay necesidad de enterarse por facebook del uso de unas fotos.
Para la próxima vez, manda un email
Normalmente en los reportajes procuro utilizar mis fotos. Solamente cuando no tengo la adecuada la pido a los amigos o la busco en Internet, siempre fotos sin copyright. En este caso, si conozco al autor, pido permiso, y si sólo sé su nombre pero no le conozco personalmente le cito al comienzo. Ten en cuenta que por internet circulan millones de fotos sin copyright de las que normalmente no sabemos nada, ni el autor y otras veces ni siquiera sabemos dónde están hechas. También veo por ahí fotos mías publicadas por otras personas, pero entiendo que si las he colgado sin copyright tengo que asumir que cualquiera puede utilizarlas. Cualquier foto de este blog es descargable por cualquier persona que la vea, pero a mí no me importa; entiendo que es así. Tampoco sé a qué foto te refieres, pero si me lo dices veremos qué se puede hacer, ok?
EliminarIñaki, me han gustado especialmente las comparaciones entre fotos antiguas y actuales, un repor original.
ResponderEliminarSaludos
Rafa
Vaya vaya Marc, qué pena atribuirse propiedad sobre fotos que solo destacan las bellezas naturales, a quién pertenecen esos lugares?; pienso que nadie es dueño de nada y como bien dice Iñaki si no tienen copyrigth...??? qué de qué?? se pueden usar sin afán de lucro y si no te daña...ps qué mal se hace???
ResponderEliminarPorfa guarda paz en tu corazón y así... todos felices comiendo perdices.....
ola
ResponderEliminarEstou organizando uma visita ao parque de Ordesa este ano. Os locais que queria visitar eram:
Torla
Rota de las cutas
Bielsa
Vale de Pineta
Gavarnie (france)
etc
Queria saber quais as condições meterológicas habituais (neve, vento, chuva?) nestes locais em cada uma das destas alturas do ano:
Fim de Março
Fim de Abril
Será que a melhor altura para ter a garantia de bom tempo é em Outubro? Será que ainda não há muita neve e já existem as cores castanhas do outono?
A ruta de cutas é segura para quem não conhece o local? Estará sem neve em final de Abril?
Obrigado
Carlos Neves