miércoles, 11 de septiembre de 2013

Cara Oeste del Picu Urriellu (Naranjo de Bulnes)

Cara Oeste del Picu Urriellu
Macizo de los Urrieles 
Picos de Europa


Los Picos de Europa, cercanos al mar Cantábrico, forman el grupo de altas montañas más occidental del continente europeo. Se levantan en terrenos de las provincias de Cantabria, Asturias y León, y se dividen en tres macizos separados por las cuencas de los ríos Duje- entre el oriental o de Andara y el central o de los Urrieles- y Cares- entre el central o de los Urrieles y el occidental o Cornión-.
En el centro de la imagen vemos la vertiente noroeste de la montaña más conocida y emblemática del macizo de los Urrieles: el Picu Urriellu, también conocido como Naranjo de Bulnes, de 2.519 m de altitud.


Y la archiconocida y miles de veces fotografiada cara oeste del Picu, que con un desnivel de 530 m entre la base y la cumbre, una roca de excepcional calidad y una belleza de líneas incomparable, se ha convertido en destino prioritario de los escaladores, tanto nacionales como foráneos, que visitan estas montañas. En la actualidad el macizo de los Urrieles está integrado dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa.

El acceso


En el plano vemos dibujado el acceso desde el pueblo de Sotres hasta la Vega de Urriellu.


El pequeño pueblo de Sotres, perteneciente al concejo de Cabrales, enclavado en una abrupta ladera que se abre por encima del río Duje, es uno de los lugares habitados más elevados de la Península y a la vez el punto de acceso más cómodo para visitar esta montaña.


Los invernales del Texu es un grupo de cabañas para ganado y forraje situado a orillas del río Duje, divisoria entre los macizos Oriental y Central de los Picos de Europa. Desde este punto nace la pista que nos dejará en el collado Pandébano, el lugar más elevado al que podemos acceder en vehículo a motor.


Y precisamente entre estas cabañas encontramos esta fuente- abrevadero de ganado- de agua fresca donde nos gusta meter los pies cansados.


El collado Pandébano es un lugar amplio, de acceso cómodo, donde pastan las vacas y las ovejas de los habitantes de Sotres y Bulnes. Aquí, a un costado de la pista, dejamos los vehículos aparcados para acceder a la montaña.


Desde el collado Pandébano, la ladera contraria a la que hemos accedido va descendiendo suavemente entre prados y bosques hasta la aldea montañesa de Bulnes, al fondo del valle.


El camino de acceso desde el collado Pandébano hasta la Vega de Urriellu no tiene pérdida, es un sendero cómodo que atraviesa primero los prados para integrarse después en la ladera pedregosa. En la imagen el sendero atravesando la zona de cabañas para ganado de la Terenosa.


Desde un lateral del mismo collado Pandébano se ve prácticamente la totalidad del recorrido hasta la Vega de Urriellu, atravesando el Jou Lluengu. En la imagen se ven las cumbres, de derecha a izquierda, del Neverón de Albo- 2.445 m-, el Neverón de Urriellu- 2.559 m- y la zona somital del Picu Urriellu- 2.519 m de altitud-.

Cumbres del entorno


La Peña Castil, de 2.444 m de altitud, situada al nordeste del Picu y separada de éste por la canal de la Celada. Prácticamente la totalidad del camino de acceso desde el collado Pandébano hasta la Vega Urriellu transcurre por sus laderas norte y oeste. 


La Torre del Carnizoso- de 2.432 m de altitud- y sus agujas aledañas, que levanta su pared oeste en la parte más alta de la canal de la Celada.


Y frente a la vertiente sudeste del Picu encontramos la Torre del Oso- 2.463 m de altitud, y un poco más a la derecha la más pequeña  Aguja de los Martínez, de 2.422 m de altitud. En 1976, en el transcurso de una travesía de cuatro días que estuve haciendo solo por el macizo central de los Picos, ascendí a la Torre del Oso por la vertiente izquierda de la imagen, por el marcado espolón que divide el límite entre el sol y la sombra.


Y la montaña denominada la Morra- 2.554 m de altitud-, situada frente a la cara sur del Picu, al otro lado de la gran dolina kárstica bautizada por los lugareños como Jou tras el Picu.


Y frente a la cara oeste, al otro lado de la Vega de Urriellu, encontramos el Neverón de Urriellu, una de las montañas emblemáticas de la región, de 2.559 m de altitud.


El Picu Urriellu es una de las pocas cumbres de nuestras montañas a las que no hay manera de acceder caminando o mediante una simple trepada. Por cualquiera de sus cuatro vertientes nos esperan abismos vertiginosos en los que, para subir, es necesario desplegar técnicas avanzadas de escalada. En la imagen vemos la cara sur, la de más fácil acceso; aún así, es necesario superar una pared rocosa casi vertical de unos 120 m de desnivel y otros tantos de un terreno algo más sencillo pero también de difícil acceso. Es la vertiente por la que normalmente se desciende del Picu, mediante unas líneas de rápeles preparadas al efecto,.


Y por fin la cara oeste, "la pared de las paredes", una impresionante losa vertical de 530 m de desnivel en la que se han gestado algunas de las páginas más trágicas y otras de las más heroicas de la historia de la escalada moderna en nuestro país.

Y la vida silvestre...   


Los rebecos (Rubicapra rubicapra), son en la actualidad los únicos habitantes permanentes de estos roquedos. En los bosques que pueblan las ladera altas de los valles son comunes los corzos, y en algunos otros lugares también podemos encontrar venados. Y en las montañas periféricas del Parque Nacional de los Picos de Europa, en los lugares más apartados, sobreviven los osos y los lobos.
 En la imagen, frente a la cara este del Picu, una hembra de rebeco amamanta a su cría.


Durante el invierno, cuando las cumbres están cubiertas de nieve, es más fácil verlos junto al límite de la vegetación arbórea, aunque su verdadero hábitat son los roquedos.

Nuestra ascensión


El pasado último fin de semana de agosto mi amigo Javi Zaragoza y yo nos acercamos desde Valencia hasta los Picos de Europa, con la intención de escalar alguna vía en el Picu.


Después de casi nueve horas de coche llegamos al collado Pandébano al atardecer. El día en el valle estaba nublado, pero en la montaña teníamos el buen tiempo garantizado. Enseguida preparamos el material, hicimos las mochilas y nos dispusimos a caminar para que no se hiciera de noche en el camino.


Enseguida se nos echó la niebla encima, que aunque no era demasiado espesa sí nos impedía disfrutar del paisaje.


Las primeras cabañas del barrio de la Tenerosa se nos aparecieron como fantasmas entre la niebla.


Como es viernes por la tarde nos cruzamos con bastantes excursionistas que bajaban o subían a Urriellu.


Javi (en la imagen llegando a la collada Vallejo) parece un pasiego con ese bastón de madera que se ha comprado en Arenas de Cabrales. Para no ir muy cargados- pues el material de escalada pesa lo suyo- no llevamos saco de dormir; pernoctaremos en el refugio de Urriellu.


Y por fin llegamos a la Vega de Urriellu y al refugio Delgado Úbeda con las últimas luces del día. Desde el collado Pandébano- 1.218 m de altitud- hasta aquí- 1.953 m, en total 735 m de desnivel- hemos tardado unas dos horas caminando a paso normal: sin prisa pero sin pausa, como se suele decir.


En el interior del refugio, disponiéndonos a cenar. La primitiva construcción, de la que sólo se conserva la fachada principal, fue inaugurad el 5 de agosto de 1954, coincidiendo con el 50º aniversario de la primera ascensión al Picu. El refugio actual, atendido durante gran parte del año y con capacidad para 96 personas, fue construido durante los veranos y otoños de 1989 y 90


Al día siguiente, sábado, teníamos intención de madrugar para poder elegir vía sin problemas, pues la noche anterior habíamos visto en el refugio a bastantes escaladores. Pero las muchas horas de coche y la subida final hicieron su efecto y dormimos más de la cuenta, así que cuando nos levantamos de la litera el sol ya estaba pegando y había cordadas escalando en las vías más conocidas de la cara oeste.


En el refugio, antes de acercarnos a la pared, nos fotografiamos con dos amigos alicantinos, conocidos escaladores, que también estaban por la zona. De derecha a izquierda: Miguel Cebrián, Javier Zaragoza, Roy de Valera y yo.


La cara oeste del Picu, escalada por primera vez en agosto de 1962 por la cordada aragonesa Alberto Rabadá y Ernesto Navarro, está surcada en la actualidad por numerosas líneas de escalada. La primera vez que escalé la vía de la famosa cordada aragonesa fue en julio de 1957 cuando tenía sólo 17 años, con mi compañero y amigo Guillermo Bergaretxe. Después la he repetido en unas cuantas ocasiones.
Además de este itinerario, he ascendido la cara oeste por otras tres vías diferentes, que son las más repetidas de esta pared:
Línea azul: vía Murciana 78, abierta en agosto de 1978 por los hermanos José Luis y Juan Carlos García Gallego
Línea roja: vía Rabadá Navarro, abierta en agosto de 1962 por los aragoneses Alberto Rabadá y Ernesto Navarro.
Línea marrón: vía Sagitario, abierta por miembros del GREIM en julio de 2004.
Línea verde: vía Leiva, abierta en julio de 1979 por los murcianos Miguel Ángel Díez Vives y Félix Gómez de León.


Al final nos decidimos y nos acercamos con el material hasta la base de la pared. Nuestra intención era escalar la vía Murciana o la Rabadá-Navarro, que aunque los dos las conocemos son algunas de las vías de escalada más bonitas que conozco y no importa repetirlas las veces que haga falta. Pero las dos vías estaban ocupadas con varias cordadas que no daban la sensación de ir muy rápidos, así que al final nos decidimos por hacer la siguiente combinación: primera parte de la vía Leiva hasta Tiros de la Torca, y ahí empalmar con la segunda parte de la vía Rabadá-Navarro, una bonita ascensión.


Al final ésta iba a ser nuestra ascensión: una bonita escalada de unos 700 m de recorrido, con dificultades obligadas de hasta 6b y bastante equipamiento emplazado en pared, con un día excepcional. 
¡¡¡ A disfrutar !!!


Empiezo el primer largo, de momento hace fresquete y siempre cuesta arrancar, el cuerpo todavía está bastante perezoso.


Ya he llegado a la reunión y recojo a mi compañero. Este largo no es que sea muy difícil, pero como siempre te pilla frío pues también cuesta lo suyo.


Pero Javi enseguida entra en calor y ya está disfrutando de la escalada.


Empezamos también a coger altura y a disfrutar del paisaje. Las nubes se van retirando hacia la costa y podemos ver desde lo alto el Jou Lluengu y la canal de Balcosín, el valle que desciende hacia el pueblo de Bulnes.


El primer largo de la Leiva tiene una dificultad obligada de V+ A1, pero algunos de los pasos de artificial vamos forzándolos en libre.


Mi compañero empieza el segundo largo.


El segundo largo es el más potente y vertical. Se abrió en artificial por una placa bastante lisa con pequeños cantos que permiten forzar algunos pasos en libre.


Hice esta ascensión por primera vez en 1980, al año siguiente de la apertura. Íbamos dos cordadas, cuatro amigos de Algorta: Ángel Sánchez (Diamir), Ángela Mintegi "Txela", Guillermo Bergaretxe y yo. También fue la cuarta ascensión de la vía y primera femenina. En aquella época estaba equipada con spits y algunos clavos. En la actualidad los spits han sido sustituidos por parabolts.


El tercer largo no es tan exigente como el anterior, es más relajado.


El paisaje del que disfrutamos desde la pared es excepcional. Montañas y más montañas, un mundo caótico de rocas y cumbres entre las que destacan pequeñas manchas de nieve. Frente a nosotros, el Jou sin Terre y las cumbres de Tiro del Oso (a la izqda, 2.576 m de altitud) y las crestas que llevan hasta la Torre de la Párdida (a la derecha, 2.553 m de altitud), con la Horcada de don Carlos en medio.


Javi en la segunda reunión, asegurándome. Aunque el sol todavía no da en la pared porque estamos en la cara oeste, ya está bastante alto y la temperatura se ha suavizado.


El quinto largo es uno de los más estéticos de la vía.


Va atravesando la pared en un recorrido diagonal ascendente hacia la izquierda.


El espectáculo de bellas montañas continúa. Desde la cumbre de la Torre de la Párdida- 2.553 m de altitud- las pequeñas agujas de roca y las crestas van descendiendo hacia la Horcada de don Carlos. El estrecho collado que vemos en mitad del cresterío es un buen camino de acceso para pasar del Jou Sin Terre al Jou del Cerredo, la ruta normal de ascensión a Torre Cerredo, que con sus 2.650 m de altitud es la cumbre más elevada de los tres macizos de los Picos de Europa y de toda la Cordillera Cantábrica.


A estas alturas de la pared ya hemos entrado en calor y estamos disfrutando de esta maravillosa escalada.


La quinta reunión es común con la vía que va a la izquierda: Sagitario.


Como queremos adelantar a alguna de las cordadas que están en la vía Rabadá-Navarro decidimos darnos un poco más de prisa y empalmar los dos largos que nos quedan. No son muy difíciles, así que no deberíamos tener problemas. Me tocan a mí.


Javí, desde la quinta reunión, observa el desarrollo de la vía.


En estos dos últimos largos el equipamiento instalado en pared es más escaso, pero como tampoco son difíciles pasamos sin meter nada.


Y por fin estamos en Tiros de la Torca, la gran repisa emplazada en la zona central derecha de la pared. Aquí es donde nos desviamos de la vía que estamos escalando, la Leiva, para atravesar hacia la izquierda y meternos en la vía Rabadá-Navarro.


El punto rojo indica el lugar exacto donde nos encontramos en este momento, en Tiros de la Torca.


La conexión con la segunda parte de la vía Rabadá-Navarro no es fácil de encontrar. Todavía hay gente que se pierde aquí. Del vivac se suben unos metros de un diedro por una trepada de IV grado hasta una repisa estrecha, y desde allí cruzamos en travesía hacia la izquierda.


Reconozco que la vida me ha dado un gran regalo por poder disfrutar durante tantos años de lo que más me gusta, y rodeado de unos paisajes tan espectaculares como éste: el Neverón de Albo, de 2.445 m de altitud. En la imagen se ve el sendero que conduce a la Horcada Arenera.


La primera vez que hice esta vía, hace ahora 38 años, no encontrábamos este paso y anduvimos perdidos por lo menos un par de horas buscando la continuación de la vía.


La repisa estrecha da un quiebro en el ángulo del espolón y se mete en una zona de sombras donde hay que destrepar un par de metros entre roca un tanto quebradiza. Éste es uno de los pasos clave que acometió la célebre cordada aragonesa para poder solucionar el problema de la travesía.


En lugar de hacer la reunión en el nicho he avanzado unos metros por la travesía y recojo cuerda a Javi asegurado a un parabolt y un pequeño friend en una grieta. Ya hemos empezado la travesía. A pesar de que nos hemos dado prisa en la primera parte de la Leiva y en Tiros de la Torca sólo hemos conseguido adelantar a una cordada. Ahora mismo llevamos por delante a una cordada de tres escaladores vascos y por detrás a otra de dos gallegos. ¡Estamos en el medio y nos toca esperar!


La Gran Travesía de la vía Rabadá-Navarro a la cara oeste del Picu es uno de los grandes hitos de la escalada moderna del país. Para su época, con los medios que había, fue un derroche de imaginación, valor (no sabían lo que se iban a encontrar más allá) y buen hacer en pared.


Hoy en día, sustituidos los primitivos buriles por parabolts que permiten escalar con gran seguridad, sigue siendo una hermosísima travesía de la que todo el mundo que la conoce guarda un recuerdo inolvidable.


La dificultad del largo es 6a+, pero los pasos, al ser una travesía casi horizontal, son muy delicados. Los seguros son buenos pero están lejos, lo que convierte a este largo en el clave para los escaladores que no tienen suficiente nivel y están acostumbrados a escalar de segundos de cuerda.


Yo estoy atascado por los que van delante, a la par que aseguro a mi compañero, en la reunión del rápel pendular, y como podéis ver, detrás de Javi viene apretando el primero de la siguiente cordada. Uf, menudo lío que tenemos.


Ya hemos hecho el rápel pendular y atacamos el siguiente largo de la travesía, menos espectacular. En esta zona de la pared hemos sacado menos fotos debido al atasco, un tanto lioso, que tenemos.


Desde esta altura, al otro lado del Jou, la vista que tenemos sobre el Neverón de Urriellu- 2.559 m de altitud- es espectacular. Ésta es una de las cumbres que todavía tengo pendientes en este macizo central o de los Urrieles de los Picos de Europa. Algún día, cualquier año de estos, estaré allí arriba.


Javi me recoge cuerda desde la reunión donde acaba la travesía y empieza el gran diedro.


Aquí nos acompaña la suerte. La cordada de tres que llevamos delante me ofrece adelantarles para no perder tanto tiempo, así que durante los tres largos del gran diedro vamos escalando a la par adelantándoles poco a poco. Por fin en la parte alta del gran diedro, en la repisa llamada Rocasolano, nos ponemos los primeros. En la imagen se ve a Javi con el primero de la última cordada detrás, en la reunión que es común con la Directísima.


En estos momentos nos encontramos donde indica el punto rojo, al final de la travesía y comienzo del gran diedro.


Mientras escalo el gran diedro no puedo menos que sacar esta instantánea de un segundo de cuerda en el primer largo de la segunda parte en la vía Directísima. ¡Menudo paisaje tan espectacular! La montaña que vemos a la derecha es el macizo de Tiro del Oso- 2.576 m de altitud-, y la cumbre que se ve al fondo, en el centro de la imagen, es el pico Tesorero- 2.570 m de altitud-, importante vértice geodésico y divisoria de las tres provincias donde se enclavan los Picos de Europa: Cantabria, Asturias y León. En la zona baja de la arista izquierda de esta cumbre se encuentra el pequeño refugio denominado Cabaña Verónica.


Y con el lío de adelantar a la cordada de los tres vascos que llevábamos delante no me acuerdo de sacar la cámara hasta que volvemos a estar tranquilos escalando a nuestro ritmo, en la arista noroeste, los tres últimos largos de la vía.


Estos largos son bastante sencillos de escalar, en general IV grado con una zona final de V+, con buena roca pero muy pocos seguros, aunque se pueden emplazar algunos friends.


La arista noroeste no obliga a escalar por una zona definida, es amplia y aquí la dificultad está en encontrar la línea más lógica para no meterse en algún embarque que pueda depararnos problemas.


Es tarde y en las zonas sombrías ha dejado de hacer calor. Javi tiene el honor de atacar el último largo de la vía. Desde la última reunión de esta magnífica escalada una última trepada nos conduce a la cumbre. Descontando las esperas, hemos tardado poco más de siete horas en realizar la ascensión; un buen horario.


Y por fin estamos en la cumbre, al atardecer. Es la segunda vez que estoy con mi compañero Javi en la cumbre del Picu Urriellu. La vez anterior fue hace tres años y subimos por la cara este, por la vía Amistad con el Diablo. Con esta última ascensión son ya quince veces las que he estado en lo más alto de esta montaña, por las cuatro caras y por diferentes vías.
Bueno amigos, y con esta imagen despido el reportaje. Espero que os haya gustado verlo tanto como a mí hacerlo. Un saludo a todos.

4 comentarios:

  1. bai aitona arabera coño !!

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    1. Ya hablas euskera como tu alcaldesa el inglés, manda huevos!

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  2. gran reportaje iñaki, que lastima no haber ido .

    saludos

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    1. Hola Iñaki i Javi, soy Jose ( de Xeraco), hemos coincidido hace unos años en el peñon, junto con mi compañero Carlos.
      Bueno veo que no parais, al naranjo, a ordesa..... a escalar se ha dicho...
      Bueno el motivo de contactar con vosostros es para informaros de una quedada que vamos a hacer el próximo 5 de octubre en la Penya negra de Xeresa, un paredon con más de 100 metros de altura, y donde ya tenemos abiertas más de 10 vias.....
      Si os animais os poneis en contacto con nosotros.... seria un buen dia para escalar y pasar un buen dia...
      Más info en http://rocaimar.blogspot.com.es/

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