Artículos

Iñaki Miró,  guía de Montaña, Escalada, Espeleología y Barranquismo
Página web:  http://inakimiro.jimdo.com
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Hola amigos, en esta página voy a hacer una recopilación de artículos que voy publicando en prensa y revistas, algunos actuales y otros antiguos, según vaya escaneándolos:



El Mugarra

            El monte Mugarra, de 964 m de altitud (en la imagen la cara sur), una enorme mole de caliza arrecifal de color gris claro, situado en la sierra de Aramotz, en pleno corazón de Durangaldea, es una de las cumbres más emblemáticas de Bizkaia y paisaje protegido hoy en día- afortunadamente- por estar incluido dentro de los límites del Parque Natural de Urkiola.
            La cara sur del Mugarra forma una amplia pared vertical de casi trescientos metros de altura en la que, entre otras especies, anidan la mayor parte de las casi sesenta parejas de Buitre Leonado (Gyps Fulvus) que habitan en los roquedos del Parque Natural. Esta circunstancia ha llevado a la dirección del parque a limitar o incluso prohibir en determinadas épocas la práctica de la escalada en esta pared, deporte que estaba empezando a extenderse desde el cercano valle de Atxarte.
            Cumbre anhelada por todos los montañeros de la región, tiene dos vías normales de acceso. La primera, desde Mañaria, accediendo por un camino evidente que remonta los prados y bosquetes de la vaguada de Aldebaraieta hasta el collado de Mugarrekolanda, entre el Mugarra y el peñasco de Pagasarri. La segunda, desde Durango, tomando el camino de la ermita de San Andrés y el caserío Arrioletxe hasta Santa Lucía, debajo también del mismo collado pero por la vertiente norte. Una vez en el collado de Mugarrikolanda la subida hasta la cumbre por la arista oeste es evidente.




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El Salto del Nervión
(Publicado en el periódico DanokBizkaia el 18-5-2012)

            El río Nervión, que aunque figura en todos los mapas como el más importante de Bizkaia, en realidad es tributario (afluente) del río Ibaizabal, que recorre la principal área hidrográfica del territorio.
            Nace como tal en el límite de confluencia de las provincias de Burgos y Araba, junto al puerto de Orduña, entre la sierra de Gibijo y el monte Santiago, de la confluencia de los arroyos Iturrigutxi, Ajiturri y Urita, nacidos en las sierras de Gillarte y Gibijo.
Exceptuando las épocas de sequía en las que los arroyos de la montaña se secan y el río brota en el fondo del valle de Délica, las aguas del Nervión se despeñan por una caída vertical de 220 m de altura formando una espectacular cascada que se encuentra entre las más altas del Estado.
La mejor época para contemplar esta impresionante cascada es el invierno y la primavera, pero también en cualquier momento después de un período de lluvias. La mejor manera de contemplarlo es desde un mirador construido ex profeso en el puerto de orduña, el Mirador del Nervión.
El acceso es sencillo y bien merece una excursión. Subimos al puerto de Orduña por la carretera A 625 que va desde el pueblo de Orduña a Miranda de Ebro. Una vez en lo alto (900 m de altitud), seguir las indicaciones por una pista forestal apta para vehículos. A unos 3 km se llega al aparcamiento, construido en medio de un hermoso hayedo de montaña, y por un corto sendero bien indicado accederemos al impresionante mirador.





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El Naranjo de Bulnes
(Publicado en el periódico DanokBizkaia el 4-5-2012)

            El Naranjo de Bulnes, conocido por los lugareños de los valles adyacentes como Pico Urriello, es una de las cumbres más emblemáticas y conocidas de los Picos de Europa, amén de ser también- con sus 2.519 m de altitud- una de las más elevadas.
            El “Picu”, como también lo llaman, es uno de los perfiles más característicos de las montañas cantábricas, infinidad de veces fotografiado por todas sus caras. Impresionante monolito rocoso de paredes vertiginosas, es también una de las montañas más anheladas por los escaladores de todo el país y de Europa, principalmente la cara oeste-  530 m de desnivel de calcáreo liso y gris-, cuya conquista supuso un hito en la historia del montañismo nacional.
            No son muchas las cumbres importantes de los Picos de Europa a las que, por un lugar o por otro, no se pueda subir caminando aunque sea utilizando las manos para ayudarse en determinados puntos. Esta circunstancia- característica principal del Naranjo- marca la frontera o punto de inflexión entre las cumbres que pertenecen al ámbito de los montañeros y de los escaladores.
            El 5 de agosto de 1.904 Gregorio Pérez (apodado el Cainejo), haciendo de guía de Gregorio Pidal, Marqués de Villaviciosa de Asturias, coronó por primera vez el Naranjo escalando por una de las chimeneas de su cara norte. Dos años más tarde el geólogo y alpinista alemán Gustav Schulze repitió la hazaña pero esta vez en solitario, utilizando por primera vez en estas montañas las clavijas  y técnica de rápel para descender de la cumbre.




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Anboto
(Publicado en el periódico DanokBizkaia el 20-4-2012)
  
          El monte Anboto, con 1.331 m de altitud, es la tercera cumbre más elevada de la provincia de Bizkaia, después del Gorbea y el Zalama, que sólo le saca cinco metros de desnivel. Pero si consideramos solamente los montes no fronterizos, los que no tienen cumbres compartidas con otras provincias, entonces el Anboto sería el más elevado, el único cuyo extenso macizo está situado íntegramente en territorio bizkaino. Es también la mayor altitud de la sierra denominada Montes del Durangesado, integrada en el Parque Natural de Urkiola, uno de los “pulmones” naturales de la provincia.
            El macizo del Anboto es uno de los destinos prioritarios de los excursionistas y amantes de la montaña, que encuentran en los valles adyacentes algunos de los paisajes más bellos de la provincia. La ruta de acceso más utilizada para subir a esta montaña parte del santuario de Urkiola, por la pista que rodea la cumbre de Urkiolamendi hasta el collado de Asuntze. Partiendo del norte, desde el valle de Arrazola, del que le separa un desnivel pronunciado de casi 1.000 m, encontramos dos caminos bastante utilizados que buscan los collados de Larrano, al oeste, y el de Zabalandi, al este. También hay una ruta de acceso muy bonita que recorre el fondo del valle de Atxarte, o el más difícil que sube primero al Monte Alluitz para luego continuar hasta el Anboto por toda la crestería. En todo caso, con un poco de imaginación, podremos idear con facilidad el camino o sendero que más nos agrade. En cualquier caso, ninguno nos va a llevar más de 5 o 6 horas entre ida y vuelta.





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El bosque cantábrico: Hayedo
(Publicado en el periódico DanokBizkaia el 4-abril-2012)

            El haya- Fagus sylvatica-, pagoa en euskera, es un árbol caducifolio de la familia de las fagaceas, que en nuestro territorio ocupa el escalón climático inmediatamente superior al roble, con un baremo de crecimiento óptimo situado entre los 600 y los 1.200 m de altitud. Es un árbol muy característico, de corteza lisa color gris ceniza, tronco recto que suele alcanzar una altura entre 35 y 40 m, de copa amplia y redondeada. Suele formar densos bosques que llamamos hayedos.
            El haya es un árbol europeo, que se extiende desde la cornisa cantábrica y los Pirineos (aunque algunos hayedos se sitúan más al sur, como el famoso de Montejo de la Sierra y otro residual situado al norte de Castellón) hasta el sur de Inglaterra y de Suecia por el norte y el mar Negro por el este. En algunos lugares forma extensas manchas boscosas que llamamos selvas, como la Selva Negra del sur de Alemania, la Selva de Irati en el norte de Navarra y la de Soignesy en Bélgica. El hayedo más meridional que se conoce crece en la ladera norte del volcán Etna, en Sicilia.
            En Bizkaia los principales hayedos- aunque bastante mermados- se encuentran en las laderas del macizo del Gorbea, en algunos lugares del Parque Natural de Urkiola y en los valles de Truzios y Karrantza. Sin embargo, en los valles alaveses que lindan con nuestra provincia los bosques de hayas ocupan numerosas hectáreas y tienen un grado óptimo de conservación.
            El haya es el árbol mágico de las sorgiñak y lamiak, el árbol de las leyendas, las tradiciones y los cuentos. El árbol que utilizan los aitzkolaris en la tronza de troncos y los carboneros para hacer su carbón vegetal.




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Acantilados de Ogoño
(Publicado en el periódico DanokBizkaia el 30-marzo-2012)

            El cabo Ogoño, situado en la costa del Cantábrico entre la playa de Laga, en Ibarrangelu, y el pueblo pequero de Elantxobe, es un fenomenal peñón de roca calcárea cortado a pico sobre el mar, cubierto en su parte superior por un denso bosque de encinas vestidas de un perenne color verde oscuro, que contrasta vivamente con el tono gris más claro de los acantilados.
            Integrado desde 1984 en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, este macizo montañoso, cuya cumbre principal recibe en realidad el nombre de Atxurkulu, tiene una altitud de 305 m sobre el nivel del mar. Una de sus múltiples puntas o cimas, la situada más al norte, Talaia, forma un despeñadero sobre el mar de 276 m de altura. Y el acantilado, desde Elantxobe hasta Laga, tiene varios kilómetros de longitud.
            Este fantástico paredón tiene una especial importancia ecológica ya que acoge la que probablemente sea la colonia de Gaviota Argéntea más numerosa de la provincia, con una densidad de varios cientos de nidos ocupados, así como de cormoranes, halcones, cernícalos y otras aves que anidan en los roquedos.
            El acantilado de Ogoño ha llamado siempre la atención de los montañeros de la provincia. La primera ascensión a esta pared, por la denominada vía “Las Gaviotas”, fue realizada en 1977 por los escaladores Quique de Pablos y Agus Castells. Hoy en día, Ogoño acoge un número elevado de diferentes itinerarios de escalada que reciben una cantidad importante de visitas cada año, por lo que- con el fin de preservar la nidificación de las aves- la administración de la Reserva ha limitado el deporte de la escalada únicamente a los meses de otoño.



   
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Los Jorrios
(Publicado en el periódico DanokBizkaia el 23-3-2012)

            Los valles y las montañas de la comarca de las Encartaciones son en general bastante menos conocidos por los montañeros vizcaínos que las de Durangoaldea o que el macizo del Gorbea, y sin embargo tienen un enorme valor paisajístico y unos rincones que los hacen muy interesantes.
            El pico de Los Jorrios, de 837 m de altitud, integrado desde el año 2006 dentro del Parque Natural de Armañón y cumbre principal del macizo del mismo nombre, es una montaña calcárea que se alza en el límite  norte del valle de Truzios, lindando con la provincia de Cantabria.
            El acceso más cómodo para subir a esta montaña parte del barrio de Cueto, donde podemos dejar el vehículo. Desde ahí, un camino que discurre entre prados, bosquetes y grupos de cabañas de piedra para el ganado nos deja en lo alto de la Canal de Valnero- un profundo valle rocoso cubierto de encinas-, lugar desde el que se domina a la perfección el resto del camino y la mole rocosa de Los Jorrios, así como el collado de Campo Pedreo que lo separa de la cumbre vecina, el Armañón, y donde nace el camino al cercano valle de Karrantza.
            Pero esta montaña no sólo es interesante por su valor paisajístico- excepcional-, por sus bosques de encinas y por la abundante fauna que aún conservan - jabalíes y corzos-, sino porque es un macizo kárstico de primera magnitud horadado por infinidad de cuevas y simas, que posee algunas de las profundidades mayores de Bizkaia, como la Torca del Picón o la Torca de la Mazuela.



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Pirineos:  Monte Perdido
(Publicado en el periódico DanokBizkaia el 16-3-2012)

            El Monte Perdido, en el Pirineo Central y cumbre principal del macizo de mismo nombre, es una de las montañas más emblemáticas y conocidas de la cordillera fronteriza. Con 3.355 m de altitud, ostenta además el récord de ser el macizo calcáreo más alto de Europa.
            Recibe el nombre de Perdido porque en la época en la que comenzó la exploración de las cumbres más altas del Pirineo tenía un acercamiento largo y dificultoso. Después de varios intentos, el primer pirineista que logró coronar la cima fue el francés Louis Ramond de Carbonieres, en el verano de 1802.
            En la actualidad está integrado en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, y toda esta comarca fue declarada por la Unesco, en 1997, Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala.
            Una de las particularidades más atractivas de esta montaña es que de ella (y su entorno) salen, en forma radial, cinco antiguos valles glaciares que constituyen hoy en día, probablemente, los más hermosos del Pirineo, como son: Ordesa, Gavarníe, Pineta, Escuaín y Añisclo.
            La altitud del Monte Perdido le permite mantener todavía, a pesar de estar en franca recesión, uno de los cuatro glaciares de hielos perpetuos que quedan en la cadena pirenaica, y varios neveros y ventisqueros permanentes que le dan un ambiente de alta montaña.
            El camino de acceso más común para los montañeros que quieren conocer esta cumbre es el valle de Ordesa por la ruta del refugio de Góriz, aunque también es un acceso cómodo el balcón de Pineta accediendo por el valle del mismo nombre.



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Grutas de Itxina
(Publicado en el periódico DanokBizkaia el 9-3-2012)

            El circo de Itxina, enclavado en el Parque Natural Gorbeia, es un macizo calcáreo de unos dieciséis kilómetros cuadrados, cerrado de manera natural por una serie de vertiginosos farallones rocosos que caen sobre el valle de Orozko, las campas de Arraba o el bosque de Pagomakurre. La crestería que rodea el circo tiene varias cumbres principales que superan los 1.000 m de altitud, como Lekanda o Aitzgorri, y sólo tres o cuatro pasos cómodos para entrar, entre los que destaca una hermosa ventana natural llamada Ojo de Atxular.
            El circo de Itxina, con un paisaje exterior increíblemente hermoso en el que se suceden las agujas rocosas de formas caprichosas entremezcladas con bosques de hayas retorcidas y solitarios tejos muchas veces centenarios, tiene una forma exterior de cubeta que impide la salida natural de las aguas de lluvia o de la fusión de la nieve invernal, lo que ha provocado que este macizo rocoso esté tan horadado como un gigantesco queso gruyere y en su interior se hallen algunas de las simas y cavernas más grandes e importantes de nuestra geografía.
            Cuenta la leyenda que en la cueva de Supelegor vive la diosa Mari, y en el acerbo popular de los pastores de Itxina  se cuentan mil y una historias sobre “lamias y sorgiñas” que habitan en estas montañas. Algunas de las simas que taladran verticalmente este mundo de roca son conocidas desde hace tiempo por los espeleólogos, como Aslaor Trokea de Itxulegor, con una vertical de más de 150 m, Urrikobaso´ko Lesandi, con más de 300 m de profundidad y varios km de desarrollo, y el gigante de estas montañas, Otxabide Pagozabala Ganekoaxpea, al que las últimas exploraciones dan un desarrollo de más de 30 km.



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El valle de Atxarte
(Publicado en el periódico DanokBizkaia el 2-3-2012)

Situado en pleno corazón del Duranguesado, término municipal de Abadiño, el valle de Atxarte- en euskera “entre peñas”- es uno de los lugares más emblemáticos y conocidos entre los montañeros de la provincia y punto de encuentro por excelencia de los escaladores vascos.
El río Atxarte o Mendiola, responsable de la formación del desfiladero, es un bello arroyo que nace en la ladera de Anboto y en su deambular hacia el valle nos deja un bucólico paisaje de pastizales siempre verdes entremezclados con bosques de hayas y pinos. Paralelo a él se abre una pista serpenteante que sube hasta el santuario de Urkiola.
Los aficionados a la montaña y al senderismo tienen en este valle un excelente punto de partida para ascender a los montes Untzillaitz, 934 m, en la orilla izquierda del valle; Aitz txiki 791 m, Alluitz 1034 m y el gigante de la comarca, el Anboto, 1331 m de altitud, en la orilla derecha.
La escalada en estas vertiginosas paredes calcáreas nació en los años 50, y hoy en día, seis décadas y muchas generaciones de escaladores después, continúa siendo un lugar de referencia para los amantes de la roca y la verticalidad. En vías como “la de Todos”, “la Negra”, “la Sur de Urrestei” o cualquiera de las que jalonan la pared del “primer espolón” del Aitz Txiki, se han medido y han aprendido a escalar la mayor parte de los alpinistas vascos que hoy son un referente en todo el estado.






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Las Marismas de Urdaibai
(Publicado en el periódico DanokBizkaia el 24-2-2012)

            El estuario de Urdaibai, o de Mundaka, es un área natural formada en la desembocadura del río Oka, comarca de Busturialdea. Ocupa una superficie de 220 km2 y cuenta con una gran riqueza ecológica que le ha servido para ser calificada como reserva de la biosfera por el comité MAB de la Unesco en 1984, recibiendo el nombre de Reserva de la Biosfera de Urdaibai.
            Por su extensión y grado de conservación, es hoy en día el humedal más importante del País Vasco, y una relevante área de reposo e invernada para las aves migratorias del norte de Europa. La importancia ornitológica de esta reserva fue el detonante para que en 1994 fuera declarada Zona de Especial Protección para las Aves, quedando así integrada en la Red Natura 2000.
            El estuario, rodeado de montañas profusamente cubiertas de arbolado, está formado por una gran extensión de arenales y lagunas cubiertas de juncos y carrizos, intercalados con praderas, islotes que quedan por encima de las mareas y canales libres de vegetación. La mayor parte de los arenales desaparece bajo las aguas del mar cuando la marea está alta.
            La fauna es de lo más variopinta: en las lagunas de carrizal y en los canales abundan los cormoranes, garzas, espátulas y patos de varias especies diferentes. Por los arenales, cuando la marea está baja, campean a sus anchas los correlimos y zarapitos. Varias especies de gaviotas también son comunes en el estuario, anidando en roquedos cercanos como el del Cabo Ogoño. Se han llegado a ver aves marinas poco comunes en la península, como la barnacla cariblanca, el eider, y cisnes comunes y cantores. En las praderas y bosques cercanos son comunes los zorros, jabalíes y corzos.




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San Juan de Gaztelugatxe
(Publicado en el periódico DanokBizkaia el 17-2-2012)

            El peñón de Gaztelugatxe, junto con la ermita que lo corona, constituye hoy en día uno de los lugares más emblemáticos y visitados de la costa vasca. Localizado entre Bakio y el cabo Matxitxako, es un paraje de belleza excepcional y de alto interés ecológico, un biotopo protegido que sufre continuamente la presión de pescadores, mariscadores y visitantes.
            La ermita es una de las construcciones religiosas más antiguas de la provincia; fue erigida en el siglo X en honor del santo Juan, y se cree que es de origen templario. Después, en el año 1053, la propiedad fue donada por el Señor de Bizkaia, don Íñigo López, al monasterio de San Juan de la Peña de Huesca
            En 1593 el islote sufrió un ataque de los corsarios ingleses mandados por Francis Drake, y la ermita fue saqueada. Al año siguiente, herejes cristianos provenientes de La Rochele volvieron a saquearla y asesinaron al ermitaño que la cuidaba. Posteriormente sufrió también varios ataques e incendios, el más grave de los cuales la destruyó casi en su totalidad el 10 de noviembre de 1978. Dos años más tarde volvió a inaugurarse totalmente restaurada.
            El peñón y la ermita de San Juan de Gaztelugatxe han sido desde siempre foco y origen de tradiciones y multitud de leyendas, así como lugar principal de romerías y festividades de los pueblos cercanos. La escalinata de piedra que nos permite acceder a la ermita y al pequeño refugio anexo tiene 237 escalones, y en el muro que la protege se abren las estaciones de un viacrucis en honor del santo.

           



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LA  CRUZ  DEL  GORBEA
(Publicado en el periódico DanokBizkaia el 10-2-2012)

         En 1899, el Papa León XIII llamó a erigir cruces en las cumbres de todas las montañas más importantes de la cristiandad, para conmemorar la llegada del siglo XX. Ese mismo año y haciéndose eco de la llamada, el párroco de Zeanuri Juan Bartolomé de Alcibar, organizó una comisión recaudadora de fondos con el fin de construir una gran cruz de hierro que pudiera verse tanto desde Álava como de Bizkaia.
            Las dos primeras cruces erigidas, de 33 y 25 m de altura, no resistieron los embates de sus primeros inviernos respectivos. La actual, construida en 1907 con un estilo piramidal que recuerda a la torre Eiffel, y de poco más de 17 m de altura- vértice geodésico y muga de dos territorios-, tiene los pies sur y oeste asentados en terreno alavés y los norte y este en suelo vizcaíno.
            Visible con facilidad desde casi toda la llanada alavesa por el sur, y desde una gran parte del territorio vizcaíno por el norte, la cruz del Gorbea- cúspide de la comarca de Gorbeialde y del parque natural del mismo nombre- representa en la actualidad todo un símbolo y al mismo tiempo una imagen familiar para todos los montañeros de los dos territorios.
            En el parque natural de Gorbeia hay muchos recorridos sencillos que por una u otra vertiente nos llevan en unas pocas horas caminando hasta la Cruz. Por el lado vizcaíno el camino más habitual parte de Pagomakurre y atraviesa las campas de Arraba, pero también accediendo desde las aldeas del valle de Orozko existen varias pistas y sendas balizadas por las que podemos realizar nuestra propia ruta.
La Cruz del Gorbea durante una ola de frío similar a la de estos días.





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Bizkaia Subterránea: La Torca del Carlista
(Publicado en el periódico DanokBizkaia el 3-2-2012)

            El valle de Carranza- Karrantza Harana-, es el más occidental y extenso de la provincia. Entorno rural, rodeado de escarpadas montañas calcáreas y plagado de bellezas paisajísticas, posee a su vez uno de los patrimonios subterráneos más importantes del país.
            Al norte del valle, casi en el límite de la provincia de Cantabria y cerca de la cumbre del Pico Ranero, a 712 m de altitud, abre su boca la sima denominada Torca del Carlista. Fue descubierta en 1957 por los espeleólogos del G.E.V. de la Diputación, que realizaron un primer intento de exploración el 1 de diciembre del mismo año. Al año siguiente, el 4 de abril, en un segundo ataque, el espeleólogo gipuzkoano Jon Arana fue el primer hombre que puso los pies en el suelo de la gran sala del Carlista, pero debido a la escasa iluminación que llevaba pensó que simplemente se encontraba en una galería de grandes dimensiones.
            Por fin, el 18 de julio de 1958, aprovechando la IV Asamblea Regional de Espeleología organizada por el GEV en el valle, con el apoyo de espeleólogos de los Grupos Manuel Iradier de Vitoria, Aranzadi de San Sebastián y Príncipe de Viana de Pamplona, se terminó la exploración de la cavidad dando una profundidad máxima de 355 m. La Torca del Carlista, en su interior, no sólo posee innumerables bellezas, sino también la sala más grande de Europa y la tercera del mundo, con unas dimensiones de 500 m de longitud por 230 de anchura y más de 90 de altura.



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