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Vía Amanecer al Tozal de Levante
Con fotografías de Álex Ulcia, Javi Zaragoza, Rubén Sori y del autor.
La sierra de Aitana, en la provincia de Alicante, frente al mar, se compone de un rosario de macizos de calcáreo blanquecino con cumbres que oscilan entre los 1.000 y los 1.555 m del pico de Aitana, la cumbre principal y que da nombre a toda la serranía. Es una configuración rocosa en la que se forman grandes paredes verticales, paraíso de los escaladores, con abismos que llegan a superar los 500 m de desnivel. De izquierda a derecha: macizo del Ponoig, Puig Campana, cumbres de Penya Roc y el Aitana.
El macizo del Ponoig- cuya cumbre principal se eleva hasta los 1.181 m de altitud- es una de las cumbres más emblemáticas de la sierra de Aitana y la que más variedad de rutas de escalada posee en las diferentes paredes que componen esta montaña.
En la imagen, a la izquierda, la cumbre principal del monte Ponoig, y a la derecha, una de las antecimas cuya pared sur recibe el nombre de Tozal de Levante.
El Tozal de Levante es el nombre dado por los escaladores a esta fantástica pared vertical de casi 300 m de desnivel, que en principio era conocida como Single de Gaspar por los lugareños. Su principal característica- y la que da su dificultad y compromiso a la mayoría de las vías que lo atraviesan- es el gran desplome que cruza casi toda la pared de un lado a otro.
El pasado día 12 de abril nos dirigimos cuatro amigos desde Valencia hasta el Ponoig para escalar la vía Amanecer al Tozal de Levante. Dejamos el coche en el aparcamiento y preparamos el material para dos cordadas.
Tomamos el sendero que sube por el bosque al collado de Lamp, y al llegar bajo la pared del Tozal lo dejamos para cruzar el barranco entre pinos y matorrales.
Según vamos subiendo la pendiente, a veces, entre los huecos que dejan las ramas de los árboles, podemos ver la montaña a la que nos acercamos. Desde aquí los grandes desplomes se ven espectaculares.
La vía Amanecer es una de las más clásicas de la pared, a la vez que una vía de dificultad y compromiso. Fue abierta por Mariano Lozano y Antonio Bohorquez en enero de 1981. Tiene una longitud de unos 300 m y una dificultad de 6a+/ A2.
Al final decidimos que Rubén y Javi irían por delante, en una cordada, y Alex y yo por detrás, en otra. En la imagen mi compañero Alex Ulcia a pié de vía.
Y yo también, preparándome para escalar.
Ya han empezado todos. Rubén va delante, escalando el segundo largo, mientras Javi y Alex le observan desde la primera reunión. Yo voy a empezar a escalar el primer largo, que es sencillo y sirve de acercamiento a la zona más vertical de la pared.
Rubén ya está en la segunda reunión y recoge cuerda a Javi, su compañero de cordada.
Álex empieza el segundo largo con un paso difícil y vertical bastante potente.
El muro del segundo es bastante exigente con una roca no siempre buena y seguros... mediocres. Los desplomes se acercan.
Yo también ataco el segundo largo; ¡qué gozada es escalar de segundo de cuerda, sin problemas!
Es un largo difícil y exigente, vertical y con un tipo de presa muy pequeño.
Me toca hacer de primero el tercer largo. Una vez en la reunión voy recogiendo a Álex. En el tercer largo el estilo de la roca es similar al segundo: quebradiza y de cantos pequeños, pero algo más fácil. Por esta zona los seguros son muy viejos y están en un estado bastante regular.
Sirva esta imagen como ejemplo de clavija tan oxidada que ya está mimetizada en la roca. Tercer largo. ¡Prohibido caerse!
La tercera reunión está justo debajo del gran techo que cruza la pared de lado a lado. Empieza Rubén.
Una vez pasado el primer muro vertical llega al techo. Javi y yo miramos desde la reunión. Álex va el último y todavía no ha llegado.
Desde el techo, Rubén consigue esta imagen en la que se nos ve a Javi y a mí en la segunda reunión y la cuerda de Álex hacia abajo, que está empezando el tercer largo.
Álex llegando a la tercera reunión.
Javi, en la tercera reunión, asegurando a Rubén, que está peleando con el gran techo.
Por fin ha llegado su compañero a la cuarta reunión y empieza Javi el tercer largo. Ya está colgado en el techo, como un chorizo.
Y poco detrás de él empiezo también el cuarto largo.
Nada más terminar el muro vertical empieza el gran techo. Por encima de mí, Javi se pelea con los estribos.
Y me toca empezar el techo, es casi horizontal.
Aquí se aprecia parcialmente la configuración y forma del techo, un poco a nuestra izquierda. Creo que por ahí atraviesa la vía "Sueños de Verano".
Desde la reunión Álex observa nuestros movimientos mientras me asegura. Dentro de un rato le tocará a él.
Yo he empezado y Javi va saliendo. Son bastantes pasos completamente colgado en el aire.
Hace bastante tiempo que no hacía un largo totalmente en artificial. Con un estribo y la fifí de la cintura se pasa sin problemas. Los seguros están cerca. Aquí la edad es una garantía, porque soy de los que aprendí a escalar casi todo en artificial cuando no existían pies de gato, fisureros ni friends y la escalada era muy diferente a la de ahora.
Para Álex va a ser su primer largo enteramente en artificial.
Es un artificial impresionante, pero con la técnica adecuada se hace muy cómodo. El techo, abierto inicialmente con spits y clavijas, está reequipado con algunos parabolts.
Nada más superar el techo y un pequeño muro vertical llegamos a la cuarta reunión, que es bastante cómoda al estar instalada en una repisa.
Rubén empieza el quinto largo. La repisa de la reunión va estrechándose hacia la derecha hasta desaparecer totalmente bajo una pared muy desplomada.
La vista que tenemos desde la pared, como podéis ver, es impresionante.
Entretanto Álex llega también a la cuarta reunión. Creo que el techo del tercer largo le ha costado lo suyo.
Rubén ya ha llegado a la quinta reunión y Javi empieza el quinto largo.
Ahí vuelve a estar Javi peleándose con los estribos.
Y luego me toca a mí mientras Álex me asegura. La verdad es que estos enormes desplomes que atraviesan la pared del Tozal dan lugar a movimientos que me parecen muy estéticos; la imagen parece un cuadro.
Álex me asegura desde la reunión. Ésta es verdaderamente una gran pared.
Y poco a poco voy resolviendo este quinto largo sin mayores problemas.
Por encima del desplome hay un muro vertical difícil en el que faltan seguros. Una "uña" viene bien para progresar en estos casos. En general, el equipamiento por encima de los desplomes baja mucho de calidad y de cantidad. Conviene llevar un juego completo de friends y otro de fisureros para no pasar apuros.
Rubén en la quinta reunión. Ya estamos muy altos sobre el valle. Al fondo se ve el Morro de Toix y detrás el Peñón de Ifach.
Javi atacando de primero el sexto largo.
Y Álex llegando a la quinta reunión.
En la travesía de inicio del sexto largo. Los largos seis y siete me parecieron bastante comprometidos. Sin tener una dificultad excesiva, la falta de seguros y el itinerario no siempre claro hace que no se puedan escalar a la ligera. Ojo en estos dos largos.
Un ejemplo de lo que nos íbamos encontrando como seguros, y en pasos que para nada eran fáciles.
Álex asegura con calma, estos largos no son rápidos pero los vamos resolviendo como podemos.
Y en esta imagen le vemos llegando a la séptima reunión. Lo difícil de la vía ya está resuelto. Nos queda salir de la pared.
El espectáculo que desde lo alto de la pared vemos de la ciudad turística de Benidorm nunca deja de sorprenderme. ¿Cómo puede la gente pasar sus vacaciones- el descanso del año- entre una aglomeración de casi medio millón de personas?
Afortunadamente nosotros estamos solos en mitad de la montaña. Ahí estoy en la travesía del octavo largo, una repisa larga y cómoda, con la cumbre del Puig Campana apareciendo tras el collado de Lamp.
Álex en la séptima reunión; ya se huele la cumbre...
Una vez acabada la repisa el octavo largo continúa en travesía hasta llegar a la reunión.
Y empiezo el noveno y último largo de cuerda hasta la cumbre. No tenemos muy claro por dónde va, así que optamos por donde vimos unos seguros y nos pareció más lógico
La octava y última reunión de la vía Amanecer al Tozal.
Rubén ya está en la cumbre, Javi saliendo de la vertical y yo detrás, siguiendo sus pasos. Desde abajo este largo parecía más difícil, pero tiene buenas presas y se resuelve sin problemas.
Y asegurando a Álex en el último largo. Ya estamos tres arriba, sólo falta él.
La foto de cumbre con los cuatro jinetes. Una vía increíble con un día magnífico.
Y después de bajar caminando por el barranco llegamos a los dos rápeles que nos faltan para llegar a la base de la pared. Empieza Rubén.
Continúa Javi...
Y Álex al que le ha tocado ser el último, ¿por qué será?
Y terminamos el reportaje con este subyugante contraluz de Álex unos metros antes de tocar suelo.
Aunque terminar terminar... lo hacemos donde siempre, celebrándolo con unas cañas. Ha sido un día fantástico.