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martes, 15 de mayo de 2012

Fisura Murciana en Penya Golosa

Iñaki Miró
Guía de Montaña, Escalada, Espeleología y Barranquismo
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Penya Golosa
Cara sur, vía Fisura Murciana


El Peñagolosa, denominado en valenciano Penya Golosa (se cree que el origen de esta palabra viene de los vocablos peña colosa o colosal), de 1.813 m de altitud, es la cumbre más elevada de la provincia de Castellón y la segunda de la Comunidad Valenciana después del Cerro Calderón, de 1.839 m y que se encuentra situado en la comarca Rincón de Ademuz.




En esta fantástica y bella montaña perteneciente al Sistema Ibérico, desde la que se divisa un impresionante panorama que va desde el mar Mediterráneo y la comarca de la Plana hasta las llanuras de la meseta del sur de Aragón, se juntan los términos municipales de Vistabella del Maestrazgo, Chodos y Villahermosa del Río, los tres principales núcleos desde los que se puede acceder a ella.


La cumbre, rocosa, dividida en tres puntas individualizadas y orientadas de este a oeste, se abre hacia la vertiente sur formando un fantástico farallón rocoso de más de medio kilómetro de anchura que en su zona más elevada llega a tener doscientos metros de verticalidad absoluta. Por el contrario, la vertiente norte forma una suave pendiente cubierta de arbolado hasta cerca de la cumbre. Por las cercanías de la cumbre pasa el Sendero de Gran Recorrido GR 33, que une esta montaña con la capital de la provincia.


El pasado sábado 12 de mayo fuimos cuatro amigos a esta montaña con la intención de escalar alguna vía en la cara sur. Pero coincidimos con la carrera anual de montaña de 63 km que asciende desde Castellón de la Plana hasta el Santuario de Sant Joan.


Así que los miembros de la organización de la carrera, que andaban por allí (aunque faltaban muchas horas para que empezaran a llegar los primeros corredores), no nos dejaron pasar hasta el aparcamiento del Santuario. En la imagen, Santuario de Sant Joan de Penya Golosa y Santa Bárbara, construido en el siglo XVI sobre la primitiva hospedería y ermita de culto al santo.


Nos hicieron desviarnos por una pista forestal que no conocíamos hasta que llegamos a un lugar que nos pareció adecuado para aparcar.


Luego resultó que no era el lugar más adecuado porque precisamente por ahí fueron pasando a lo largo del día los cientos de corredores que participan cada año en esta carrera de montaña.


Y desde aquí nos acercamos caminando hasta la mole del Peñagolosa por otra pista cerrada al tráfico con una cadena. En realidad, todas las pistas forestales deberían estar cerradas al paso de vehículos, no entiendo ese afán de acercarse a la montaña cómodamente sentados en un coche, para eso mejor nos quedamos en casa.


La masa forestal que rodea al Peñagolosa es impresionante. Grandes bosques de pino silvestre con gran variedad de otras especies intercaladas, y, por lo menos en la zona más alta, completados con un denso sotobosque de enebros y sabinas.


En el camino de acceso a la montaña la erosión producida por los cientos o miles de personas que lo han recorrido es muy evidente, porque va dejando las raíces de los árboles al descubierto.


El camino de acceso desde el Santuario hasta la cumbre es bonito, cómodo y corto, aproximadamente hora y media caminando, por lo que al cabo del año esta montaña recibe muchas visitas.


En la ladera norte, a media altura, se encuentra este pequeño refugio; pero como la puerta siempre está abierta y el acceso hasta aquí apenas requiere esfuerzo, por dentro está bastante sucio.


El bosque nos acompaña durante todo el recorrido, pero así como en la zona baja los árboles son de porte alto, según vamos cogiendo altura los árboles son cada vez más rechonchos.


Estamos a bastante altitud, cerca del límite óptimo de supervivencia de esta especie arbórea, y se nota. Troncos rechonchos y copas densas y de poca altura, propio de un lugar donde las condiciones metereológicas son más extremas.


Ya hemos llegado al collado de Portellás, entre la cumbre del Peñagolosa y su hermana menor la cumbre del Tossal de Fraga.

Desde aquí descendemos por la ladera pedregosa hacia la vertiente sur, donde nos dirigimos.


Éste es el reino de los íbices o cabras montesas (Capra pyrenaica). Siempre que vengo a esta montaña las encuentro dando vueltas entre los roquedales.


La base de la pared, a más de 1.500 m de altitud, es bastante agreste y se hace complicado caminar por ella. Por debajo de nosotros continúa habiendo pequeños cortados.


Pero desde aquí, el panorama que divisamos hacia el sudoeste es espectacularmente salvaje. Por esa vertiente no hay poblaciones importantes y las pocas masías que se pueden ver en la distancia están abandonadas.


Caminamos por la base de la pared hasta llegar al comienzo de la vía Fisura Murciana, marcada con una M tallada en la roca. Hemos decidido que Rubén y yo haremos la Fisura Murciana mientras que Javi y Paco harán la cercana Green Day, por no liarnos escalando todos juntos.


En esta espectacular imagen de la pared en la que no se ve la parte inferior he marcado el itinerario de la vía. y las reuniones. Lo que no se ve corresponde justo al primer largo. Las que sí se aprecian a la perfección son las tres cumbres rocosas que tiene esta montaña, que van perdiendo altitud de este a oeste.



Ésta es la reseña actual de la vía. Se abrió con clavijas y spits. Posteriormente se reequiparon las reuniones  y los pasos clave con parabolts. Aún así, a mi entender, es necesario equipar numerosos pasos intermedios con fisureros y friends para hacer la vía con un mínimo de seguridad.


A pie de vía sacamos las cuerdas y preparamos los trastos para las dos cordadas. Los comienzos de las dos vías están a diez metros uno del otro.


Rubén es la primera vez que va a escalar aquí, y se decide a ir de primero en el primer largo. Tiene pocos seguros y la roca no es demasiado buena, hay que ir con cuidado.


Paco empieza también de primero en la vía Green Day mientras Javi le asegura.


La pared enseguida se pone muy vertical. La roca de esta montaña es muy particular, siendo caliza, recuerda un poco a la del Tozal de Ordesa.


Rubén ya ha llegado a la primera reunión y me recoge cuerda. No hacemos la vía exactamente como indica la reseña que he puesto antes. El primer largo lo partimos en dos y hacemos una reunión intermedia.


Si no recuerdo mal es la tercera vez que hago esta vía, y siempre me sorprende la peculiaridad de esta roca, es muy particular.


Hay muchas grietas y se puede asegurar bastante bien utilizando empotradores y friends, pero la roca no siempre es de fiar, se sueltan muchos bloques.


Una vez llegado a la primera reunión estudio el itinerario del segundo largo; no es muy complicado, tendrá una dificultad de V+.


Voy metiendo empotradores para asegurar el largo; entran bastante bien y son fiables.


Pero hay que tantear mucho antes de tirar de cada bloque, por si acaso. El segundo largo es muy vertical.


Ya he llegado a la segunda reunión y recojo a Rubén, que empieza a subir.


De momento hace bastante calor. El día ha amanecido completamente despejado y el sol pega con fuerza. La segunda reunión es la más incómoda de todas, medio colgada.


Ya estamos los dos arriba, de momento la cosa va bastante bien y progresamos; hasta ahora la dificultad no ha sido muy exigente.


Si miro hacia mi izquierda veo a Javi en la primera reunión de la vía Green Day. Debe ser incómoda porque también está colgado. En esta imagen se aprecia bien una de las franjas de roca rojiza que atraviesan la pared.


Vamos cogiendo altura y el paisaje hacia el sudoeste se muestra espectacular. En segundo plano la cumbre de la Golosilla, de 1.585 m de altitud. En esta cordillera de montañas  comienza la comarca del Maestrazgo, repartida entre las provincias de Castellón y Teruel.


Javi está escalando el segundo largo de su vía y Paco le asegura desde la reunión, mientras nos mira y comenta la vía.


Y yo comienzo el tercer largo de nuestra vía, el más difícil, el largo clave de la fisura.


Rubén asegura sin perder ojo de nada. Estará pensando que dentro de un rato le va a tocar a él.


El largo es de una verticalidad que asusta. Es una fisura estrecha para manos y pies con una dificultad elevada, 6c. Afortunadamente entre parabolt y parabolt, que están muy lejos uno de otro, se asegura bastante bien con empotradores.


Pero bueno, poco a poco los metros se van sacando y continuamos hacia arriba.


Paco también está peleando con su segundo largo, que debe ser complicado.


Entre paso y paso nos vamos sacando fotos uno a otro, de vía a vía. Cualquiera que nos vea...


·El largo aprieta mucho y tengo que sudar la camiseta para sacarlo, pero al final termina por salir.


Esta pequeña cumbre que vemos hacia la derecha es el Tossal de Fraga, aunque en realidad está muy poco por encima del collado de Portellás y más parece un hombro o antecima del Peñagolosa. El nombre de Tossal no sé si significará algo en valenciano, pero se parece mucho a tozal, un vocablo aragonés típico del Pirineo. Dicen que cuando los Reyes Católicos expulsaron a los moriscos del interior del reino de Valencia, estas tierras se colonizaron con gentes venidas de Aragón.


Javi reposando en un paso de mucha dificultad del segundo largo de Green Day; creo que es 7a


Ya estoy en la tercera reunión y aseguro a Rubén, que sube sin problemas, para eso está fuerte.


Javi también está llegando a su reunión y busca su cinta de anclaje para asegurarse.


El cuarto largo mío empieza escalando en diagonal hacia la izquierda, hacia donde está Javi. Las dos vías se cruzan en ese punto.


Rubén está colgado hacia atrás en la tercera reunión observando los movimientos del largo mientras me da cuerda. Impresiona la absoluta verticalidad de esta pared.


La primera parte de este cuarto largo no es difícil aunque no tiene seguros. Una vez que cruce al otro lado de donde está Javi comenzará la verdadera dificultad.


Parece que Rubén se ha cansado de mirar y está concentrado en sus cosas.


Javi está en su reunión y me hace un hueco para que me cuele entre él y la pared. Aquí comienza ahora la segunda fisura, más estrecha que la anterior y algo más sencilla: 6b.


Y aunque digan que es más fácil que la anterior a mí me cuesta lo mismo. Es una fisura estrecha, de dedos, con un paso bastante apretado; menos mal que se asegura bien.


Rubén sube detrás apurando fuerte, es un largo muy vertical y difícil.


Mira qué contento está porque la vía le va saliendo sin mayores problemas. Este último paso antes de la reunión es un bloque desplomado pero con buen canto, que sale bien.


Javi y Paco han decidido abandonar la vía Green Day y salir por la nuestra. El tiempo está cambiando muy rápidamente, se está nublando y amenaza lluvia.


Rubén ya ha llegado a la repisa de la reunión. Bueno, repisa..., es un enorme bloque separado de la pared y que tiene pinta de que cualquier día se puede venir abajo.


Empiezo el quinto largo sin perder tiempo. Es sencillo, V grado o V+, sin seguros, pero no hacen falta porque entran empotradores por todas partes.


Después de unos primeros pasos en travesía llego a un diedro cómodo de escalar que no da ningún problema. El cielo se está poniendo muy negro...


No sé si Rubén me está mirando con preocupación a mí o al color del cielo, que se va encapotando por momentos.


Javi ahí andaba también, detrás de nosotros, peleándose con la fisura estrecha del cuarto largo.


Y yo corro lo que puedo, pero con calma, que el largo está prácticamente desequipado y tampoco es cuestión de darse un leñazo.


Javi ya ha llegado a la reunión en la que está Rubén. Lo único bueno de que el cielo se haya puesto negro es que ha dejado de hacer calor; corre un airecillo...


Bueno, ya me queda muy poco y aunque esta tirada de cuerda es muy larga estoy saliendo.


Se acabó, ya he terminado la vía y veo el Tossal de Fraga ahí abajo.


Enseguida monto la reunión y recojo a mi compañero. Estamos casi a 1.800 m  de altitud y aquí los cambios bruscos de tiempo son habituales.


Y aquí llega Rubén, exultante, le tenía muchas ganas a esta vía y a esta cumbre.


Y ahí, a poca distancia, está la cumbre del Peñagolosa. Hay un pequeño refugio de piedra de los guardias anti incendios del Parque Natural, y un pequeño monumento también de piedra.


Y por fin, la cumbre del Peñagolosa, en la que nos encontramos con que algún desaprensivo ha destrozado a golpes la placa conmemorativa.


Afortunadamente he encontrado una foto de la placa que han destrozado y por ella me entero de que esta montaña es la más elevada del área con influencia lingüística del valenciano.


Desde aquí podemos ver también la segunda cumbre y central de las tres que tiene esta montaña. Entre ésta y donde nos encontramos se abre la canal sur, un abismo rocoso cuyo recorrido es bastante concurrido por montañeros y escaladores.


Y también yo me fotografío en la cumbre; es un bello recuerdo, aunque con ésta creo que es la cuarta ocasión en la que estoy aquí mismo.

El paisaje hacia el este, dirección Castellón y Mediterráneo.


Y la vigilante forestal que estaba de guardia en su refugio accedió amablemente a hacernos una foto juntos. Dos generaciones diferentes de escaladores haciendo cordada juntos; tengo una hija que casi tiene la edad de Rubén.


El paisaje hacia el noroeste, en pleno Maestrazgo; el cercano pico Marcén, 1.623 m de altitud.


Volvemos a buscar a nuestros compañeros en el momento en el que Paco llega a la cumbre. A lo lejos vemos cómo en muchos lugares de nuestro entorno ya está lloviendo. Aquí de momento han caído unas gotas.


Pero nos damos prisa, por si acaso. Se está desatando una tormenta y a nuestro alrededor ya empiezan a caer los primeros relámpagos; menos mal que en la caseta de los guardabosques hay un pararrayos...

Y mirando hacia el nordeste vemos la cumbre de la Loma de Belart, entre los árboles, de 1.550 m de altitud.

Javi ha llegado también a la cumbre, ya estamos los cuatro. Hay tanta carga de electricidad estática en el ambiente que notamos en el cuerpo varios chispazos, pequeñas descargas que no tienen mayores consecuencias que el susto, pero que nos animan a correr cuesta abajo. Y a tiempo, en poco más de media hora llegamos a la furgoneta y comenzó a llover con fuerza.


Y despido el reportaje con esta extraordinaria fotografía invernal de la cara sur de Penya Golosa, la Montaña Colosal, con un primer plano de la aldea abandonada de Los Rincones, desgraciadamente un panorama cada vez más habitual en esta comarca del Maestrat.

3 comentarios:

  1. muy buenas fotos,como siempre,y como siempre tambien,una detallada descripcion tecnica,de la que,como siempre,no he entendido una palabra,pero ,como siempre,me ha gustado leerla

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  2. chulisimo el reportaje. el para rayos eras tu.
    un saludo iñaki

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  3. Me ha gustado mucho, muy interesante

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