Éste ha sido un año pródigo en ascensiones de montaña, excursiones, escaladas y exploraciones de cuevas y simas. Pensaba haber hecho un resumen de todo el año, pero al final he desistido por ser un trabajo excesivo. Así que os presento aquí un resumen del mes de diciembre, que también ha sido intenso.
Vía el Navegante, Peñón de Ifach
El primer día del mes de diciembre, domingo, mi amigo Javi Zaragoza y yo fuimos al Ponoig (sierra de Aitana, Alicante) con la intención de escalar la vía de Las Hadas. Pero al subir hasta pie de vía nos encontramos que se nos había adelantado otra cordada de tres escaladores que no iban muy rápido, así que- un poco desilusionados- nos dimos media vuelta, fuimos hasta Calpe, al Peñón de Ifach, e hicimos la vía Navegante. Al final disfrutamos un montón, porque ésta también es una vía preciosa.
Ese día no llevamos cámara, así que os pongo una foto que sacamos el año pasado, en otra ascensión a esta vía. El Navegante es una de las vías más estéticas del Peñón de Ifach. Bastante rectilínea, encuentra una línea que, sorprendentemente, permite escalar la pared totalmente en libre. Abierta en mayo de 1991 por Arviza, Guerola, Perales y Terrádez, tiene unos 270 m de longitud repartidos en ocho largos, una dificultad máxima de 7a, aunque la dificultad obligatoria será 6b A1, y recientemente ha sido reequipada por los escaladores de Calpe con parabolts inoxidables. Muy recomendable.
Sendero de la Bojera, Montanejos
El martes
3 de diciembre no encontré a nadie para ir a escalar, así que me fui solo hasta
Montanejos para hacer un recorrido circular que me gusta mucho: el
Sendero de la Bojera.
Dependiendo del recorrido que hagamos (si subimos o no a la cumbre del
Morrón de Campos), tiene entre
9 y 12 km de longitud, aunque yo suelo realizar alguno más porque amplio el recorrido subiendo pequeñas cumbres secundarias o subiendo y bajando por las laderas buscando nuevos emplazamientos para hacer fotografías.
El sendero arranca desde el mismo pueblo de
Montanejos para internarse en el barranco de la
Maimona por su orilla derecha geográfica.
El sendero recorre la totalidad del barranco por su parte superior, sorteando los cortados rocosos que se abren en mitad del bosque.
En la mayoría del sendero disfrutamos de un espectacular paisaje sobre el barranco.
La Maimona es uno de los lugares que más me gustan para escalar, con paredes verticales que oscilan entre los
150 y 250 m de desnivel.
Al final, una vez pasados los estrechos, donde las paredes de las dos orillas se acercan formando un imponente desfiladero, el sendero desciende de nuevo hasta el río.
Cruzamos el río y continuamos por el sendero que asciende ahora por un bosque de pino laricio en la orilla izquierda del valle. Una vez en el collado tenemos tres opciones, ascender al
Morrón de Campos (en la imagen), de
969 m de altitud, descender por el sendero hasta la carretera, o tomar otro poco definido, hacia la derecha, que nos lleva hasta la cresta rocosa que bordea el barranco por su orilla izquierda.
Desde este último cresterío tenemos una formidable vista, hacia el lado opuesto, sobre le valle del río
Mijares y sobre el desfiladero llamado
El Estrecho.
Vía Anglada-Gallego, Peñón de Ifach
El sábado
7 de diciembre, acompañado de
Javi Zaragoza y Álex Ulcia (de elev-arte.com), volvimos al
Peñón de Ifach, en
Calpe, con la intención de escalar la vía
Anglada-Gallego.
Esta vía no suele ser muy visitada por los escaladores, a pesar de que, para mí, es también una escalada de gran belleza que no tiene nada que envidiar a sus vecinas más conocidas.
La vía fue abierta por
J. M. Anglada y M. A. Gallego, dos grandes clásicos, en
mayo de 1978.
Los primeros veinte metros son comunes con la vía
Gómez Cano. El mérito de esta gran cordada fue encontrar, en medio de todos los extraplomos que jalonan la cara sur del
Peñón, una línea que permite escalar esta impresionante pared sin demasiada dificultad.
La vía
Anglada-Gallego tiene nueve largos, cerca de
300 m de longitud y una dificultad de
6b A1.
Junto con el resto de las vías de esta formidable pared, la hemos escalado en numerosas ocasiones, pero llegar a esta cumbre con dos buenos compañeros siempre es un momento único e irrepetible.
Vía Café-Licor, Castell de Ponoig
El sábado 14 de diciembre fui con mi amigo
Álex Ulcia hasta el
Ponoig, el gigante de la sierra de
Aitana, con la intención de escalar la vía
Café-Licor en el sector central de la cumbre principal, llamada
El Castell.
La vía
Café-Licor, abierta en febrero de
1994 por
Salvador Guerola y Emilio Perales, tiene una longitud de
440 m repartidos en
9 largos y una dificultad obligatoria de
6b A1. La cumbre del llamado
Castell de Ponoig (que no es la cumbre principal) se eleva casi hasta los
1.100 m de altitud. Nosotros después descendemos por la vía
Ferrata (línea de puntos).
La verdad es que ese día hacía un frío que pelaba, pero escalamos muy a gusto.
La peculiaridad de esta vía son los largos
5º y 6º, que atraviesan en escalada artificial sendos desplomes que son impresionantes. He hecho esta vía en varias ocasiones, creo que ésta es la sexta, y sigue siendo la que más me gusta de esta vertiente del
Ponoig.
La vía está bien equipada, en los primeros largos abundan las clavijas y puentes de roca enlazados con cordinos, pero los largos clave están equipados con parabolts.
El último largo de la vía no es muy bonito, así que optamos por una salida hacia la izquierda que nos permite alcanzar la cumbre después de una trepada muy aérea de tercer grado.
Para
Alex ésta era la primera vez en esta montaña, por lo que el momento mágico de la cumbre tiene un significado especial.
Pero una vez en la cumbre no se termina la aventura, todavía queda un largo descenso con alguna destrepada que culmina con los más de
200 m de la vía
ferrata.
Vía Gorilas en la Roca, Castell de Ponoig
Y después de unos días de inactividad forzada por un molesto catarro invernal, el
jueves 26 de diciembre volvimos
Javi Zaragoza y yo de nuevo al
Ponoig. La verdad es que nuestra idea era hacer la vía
Manolo-Tatxa a la
Torre de Enmedio, pero el viento soplaba con rachas de hasta
75 km por hora y estaba muy desagradable, así que optamos por una vía conocida, más corta y en principio algo más protegida del viento: la vía
Gorilas en la Roca.
La vía
Gorilas en la Roca, abierta por
M. Amat y A. Ros "Chiri" en abril de
1990, tiene una longitud de algo más de
220 m repartidos en seis largos, y una dificultad de
6b+ A1.
En su recorrido supera, como sus vecinas
Café-Licor y Miquel-Xirimita, dos largos desplomados que se escalan en artificial, aunque forzarlos en libre es factible aumentando la dificultad. La vía está equipada principalmente con spits, alguna clavija y algunos parabolts.
Como sólo tiene seis largos no llega hasta la cumbre, y el descenso se realiza por la misma vía rapelando desde las reuniones, bien equipadas.
Cueva Pozo del Tío Vidal, Ayora
Y ahora cambiamos de actividad, complementando con la espeleología un fin de año extraordinario y pleno de actividades. El sábado 28 de diciembre, día de los inocentes, junto con
Manuel Carrión (de Madrid) y
José Vicente González (de Valencia), dos buenos amigos, veteranos de estas lides, nos fuimos a conocer la
Cueva del Lago o Pozo del Tío Vidal, que no tengo muy claro si se abre en el término municipal de
Ayora, en
Valencia, o en el de
Carcelén, en
Albacete. Lo que sí quedó claro es que se encuentra en una comarca olvidada por las dos provincias, montañosa y muy bonita, en un paraje natural conocido como
La Hunde.
Ésta es la topografía, en planta y en alzado, de la Cueva del Lago. Está realizada por el grupo GEGA.
La boca de la cueva desde el interior. Este año no he realizado muchas actividades cueveras, centrado como estoy con la escalada, pero las que he hecho las recuerdo con agrado. Ésta es una cueva pequeña, sin grandes pretensiones, pero tiene un interior especialmente atractivo y lo pasamos bien.
No es una cavidad muy grande, pero sí es bonita y tiene la particularidad (como se ve en la primera foto) de poseer en su interior un lago de aguas transparentes y un bello tono verdoso. Para llegar al lago hay que superar una gatera bastante incómoda y un pozo de unos diez metros de profundidad.
Mis dos compañeros,
Vicente a la izquierda y
Manuel a la derecha.
Al fondo del lago un pasamanos nos permite sortear las aguas sin mojarnos.
Ha sido una bonita salida, para recordar, y un momento de reencuentro con viejos amigos con los que no puedo salir de cuevas todo lo que quisiera.
Vías El río- Monsieur, Montanejos
Y por fin, el día
30 de diciembre,
Javi Zaragoza y yo nos dimos el último homenaje del año en las paredes del barranco de la
Maimona, en
Montanejos. Elegimos la combinación de vías primera parte del
Río que nos Lleva y segunda parte de la
Monsieur,
250 m de roca excepcional, bien asegurada, y con una dificultad máxima de hasta
6b+, un nivel asequible en el que verdaderamente disfrutamos.
Es una vía que he hecho en numerosas ocasiones, y que jamás me cansaré de repetir.
La roca es excepcional, franca y sólida, plagada de regletas y pequeños agujeros para los dedos.
Toda la vía está asegurada con parabolts, bien colocados, a la distancia adecuada.
Es una de esas paredes en las que escalar se convierte en un placer.
Donde el juego con la roca llega a su máxima expresión de placer: un hombre, una montaña, una ilusión.
Y aquí, desde la cumbre de esta bella pared de roca, rodeado de un paisaje sublime, despedimos un año en el que ha habido multitud de ocasiones de entregarnos a lo que más nos gusta. Kilómetros de paredes verticales, kilómetros de galerías subterráneas, y muchos kilómetros recorridos por los más bellos senderos de las montañas que más nos gusta.