viernes, 16 de enero de 2015

Mi primer viaje a los Alpes

Iñaki Miró, blog de montaña y literatura.

Mi primera salida a los Alpes


Al contrario de los anteriores, este reportaje no describe una ascensión , sino un viaje que realizamos Francis y yo en julio de 1978 a los Alpes. Era nuestra primera salida a estas montañas, y como no teníamos otro medio de transporte viajamos en autostop. Tardamos tres días en recorrer los 1.000 km que separan Bilbao de L´Argentière-la-Bessée, un pequeño pueblo enclavado en la vertiente este del Parc National des Écrins, el único macizo alpino con cumbres que superan los 4.000 m de altitud situado íntegramente en territorio francés.
Las fotos que aquí expongo están escaneadas de unas diapositivas que saqué en aquellas fechas, y como podéis ver no están en muy buen estado. os pido disculpas por ello. Para poder completar bien el repor he descargado de Internet (libres de copyright), las imágenes de las cuatro montañas en las que realizamos ascensiones (ahí notaréis una gran diferencia de calidad, uno tiene sus limitaciones).


Yo estaba enamorado de esta montaña desde que vi la película de Gaston Rébuffat "Horizontes Conquistados". Soñaba con hacer esta ascensión: la cara norte de la Barre des Écrins, de 4.102 m de altitud.


Al día siguiente conseguimos que alguien nos subiera hasta Vallouise, y una vez llegados allí comenzamos a zapatear cuesta arriba hacia nuestra montaña; pasamos un día acampados en los prados de Ailefroide, donde nos bañamos en un río de agua de glaciar para quitarnos un poco la roña y tomamos el sol, empapándonos del aire de los Alpes. Hoy en día creo que allí hay un cámping, pero en aquella época no había nada.


Desde Ailefroide continuamos caminando cuesta arriba, internándonos más y más en el macizo.


Dejamos atrás el Glaciar Noire, que desciende de la cara sur de la Barre de Ecrins y continuamos ascendiendo hasta el Glaciar Blanc, que desciende de la cara norte.


Ésta es la imagen que presentaban aquel año el Glacier Blanc y la pared norte de nuestra montaña, la Barre des Écrins. Para ser el mes de julio la cantidad de nieve y hielo de los glaciares era impresionante. Hoy en día, debido al cambio climático y la regresión de los glaciares, una imagen así sólo es posible tomar en los meses invernales. La línea de puntos indica el recorrido que hicimos hasta la cumbre. Sólo nos encordamos en la última pendiente, la que sube directa hasta la cumbre. La imagen está tomada desde el refugio Glacier Blanc; como en aquella época no disponíamos de mucho dinero pasamos la noche cerca de la nieve, en el exterior del refugio.


Esta foto está tomada en la parte inferior de la montaña, al inicio de la ascensión. Los primeros en subir a la cumbre de la Barre des Écrins fueron, el 25 de junio de 1864, Edward Whimper, Horace Walker y A.W. Moore, acompañados de los guías Michel Croz y los Christian Almer (padre e hijo).


Una vez hubimos descendido de la cumbre, abandonamos el valle del Glacier Blanc para dirigirnos al anterior, el valle del Glacier Noire. Este valle discurre también del oeste hacia el este, entre dos cadenas montañosas, al norte la formada por la Barre des Écrins y otras cumbres subsidiarias, y al sur por el monte Pelvoux, en la imagen (nuestro destino), de 3.946 m de altitud.


Recorrimos el fondo del glaciar hasta encontrar un buen vivac entre dos grandes bloques de piedra para pasar la noche.


El recorrido que queríamos hacer era un ancho corredor de hielo que discurre por la cara norte de la montaña, entre la punta Puiseux del Mont Pelvoux  y el pico Sans Nom, como indica la línea de puntos. La imagen es actual, pero nosotros encontramos la montaña y el valle, como se veía en una de las fotografías anteriores. completamente cubierta de nieve y hielo. La diferencia entre ambas imágenes, debida a la regresión de los glaciares alpinos, es sustancial.


Al amanecer nos levantamos y atacamos la vía


No sé cómo estará ahora, pero en aquella época no era el típico corredor entre dos cumbres, sino un verdadero glaciar colgado con varias barreras de séracs que había que atravesar.


Pero lo resolvimos con bastante satisfacción porque no tenía una excesiva dificultad, aunque sí encontramos varios tramos con bastante pendiente.


Después, al bajar de los Ecrins, viajamos de nuevo en autostop hasta el pueblo de Chamonix, bajo el Mont Blanc, que con sus 4.810 m es la montaña más alta de Europa occidental



Nuestra idea era hacer esta ascensión: la cara norte de la aiguille d`Argentiere, una ancha pared glaciar que domina la cuenca superior del glaciar de Saleina. El itinerario tiene unos 700 m de desnivel y una pendiente continuada de 50º. Los primeros ascensionistas de esta vertiente fueron, en 1926, J. Lagarde y H. de Segogne. La cumbre d`Argentiere se eleva hasta los 3.902 m.


Desde Chamonix subimos andando hasta el refugio Alberto I, donde pernoctamos (pero en el porche de la entrada, por supuesto). La cumbre que se ve al fondo es el Chardonet, 3.824 m de altitud, vertiente noroeste, y debajo el glaciar de Tour.


Recuerdo que nos levantamos de noche, como a las cuatro o así, y con la luz de los frontales nos pusimos a caminar por el glaciar. Llegamos hasta el collado llamado Fenètre du Tour (en la imagen), y allí, como todavía no había amanecido y no se veía la pared (en la imagen, enfrente) ni la manera de descender hasta la base, sacamos los sacos y nos tumbamos en el mismo collado a dormir otra vez. Volvimos a despertarnos ya amanecido, descendimos hasta la base y atacamos la vía. Como la nieve estaba en perfectas condiciones no tuvimos ningún problema hasta la cumbre. Fijaos en la foto qué bonito se ve el glaciar que cubre la pared, qué belleza de líneas. Hoy creo que la mayoría del hielo ha desaparecido y la pared está más fea.


Llevábamos ya tres ascensiones de hielo-nieve y queríamos hacer una cuarta de roca, así que nos decidimos por una escalada a la Aiguille des grands Charmoz, la más oriental de las agujas de Chamonix, una montaña impresionante y con hermosas aristas de granito que se eleva hasta los 3.445 m de altitud.


Elegimos la vía que recorre la arista noroeste. Una vía de granito de más de 600 m de longitud con dificultades de hasta V grado, aunque en aquel mes de julio tenía mucha más nieve de lo que se aprecia en esta imagen. Las repisas estaban cubiertas de nieve, así como la cumbre, y las chimeneas tapizadas de hielo. La vía creo que es de Gastón Rebuffat, aunque carezco de datos que lo corroboren.


Como podéis ver en la imagen, el fondo de esta chimenea estaba tapizado de hielo, lo que aumentó bastante la dificultad de la vía y el tiempo que tardamos en llegar a la cumbre. En los últimos largos cambió el tiempo y se desató una fuerte tormenta. Desde la cumbre iniciamos los rápeles de descenso y cuando estábamos por la mitad, más o menos (son  400 m de rápeles), nos detuvimos a vivaquear en una repisa, ¡y no llevábamos sacos! Estuvo toda la noche nevando y pasamos bastante frío, pero bueno, son los gajes del oficio.


Cumbre de la Aiguille du Grepon vista desde la cumbre del Charmoz. Así es como la veíamos, entre la niebla. Ya se había desatado la tormenta y comenzamos el descenso.
Esta salida duró un mes y realizamos las cuatro ascensiones que he descrito. También volvimos a casa en autostop, Pero con muy buenos recuerdos de los Alpes. Hasta la próxima.