viernes, 19 de julio de 2013

Vía Promio-Moreno a Roca Regina

Roca Regina
Vía Promio Moreno

Hace muchos años que no acudía a escalar al Pirineo catalán. Cuando vivía en Bilbao la excusa era que estaba muy lejos y por el camino encontrábamos macizos muy interesantes para perdernos en ellos, pero ahora que vivo en Valencia, en realidad casi todas las montañas interesantes del norte caen a la misma distancia, excepto los lejanos Picos de Europa; pero bueno, ese es otro cantar. Así que decidimos ir a escalar a la Sierra del Montsec, uno de los lugares donde se encuentran las paredes calcáreas más bellas del país.

La vertiente norte del Pirineo- francesa- es más húmeda que la sur, pero tiene mucha menos anchura y los valles son más cortos, es decir, hay menos montañas pues las caras norte caen más a pico y enseguida aparece la gran llanura formada por caudalosos ríos como el Garona. Sin embargo, en la vertiente sur los valles no son solamente más extensos que en el vecino país del norte, sino que, una vez terminados estos, enseguida aparece un largo cordal montañoso con cumbres de más de 2.000 m de altura y que se extiende desde Nafarroa hasta Lleida. A este conjunto de montañas las llamamos Sierras Prepirenaicas, donde destacan grupos de montañas tan emblemáticas como los Mallos de Riglos, la Sierra de Guara o la Sierra del Montsec.

En la provincia catalana de Lleida nos adentramos en la sierra del Montsec d`Ares- perteneciente al cordal de las Sierras Prepirenaicas-, donde encontramos algunos de los farallones rocosos más espectaculares del país, como la Paret de las Bagasses y la Roca Regina en el Congost de Terradets, tallado a lo largo de milenios por el río Noguera Pallaresa, o la Paret de Catalunya y la Paret d`Aragón en el Congost de Montrebei, a su vez fantásticos miradores sobre el río Noguera Ribagorzana.


Espectacular imagen del Congost de Montrebei con las primeras luces del alba. A la derecha la Paret de  Catalunya, a la izquierda la Pared de Aragón; al fondo, las cumbres del Pirineo cubiertas de nieve.


Otra de las bellas paredes de esta sierra, aptas para escalar, es la Roca dels Arcs, en Vilanova de Meiá,


Pero nuestro destino era el impresionante farallón vertical de Roca Regina, primer estrechamiento por el norte del Congost de Terradets.


La Roca Regina, cuya cumbre- modesta- se eleva hasta los 727 m de altitud, forma en su cara sur una espectacular pared vertical de cerca de 500 m de desnivel, que desde siempre ha atraído la mirada de los escaladores. Está situada en terrenos del municipio leridano de Castell de Mur, y a día de hoy, numerosas rutas de escalada, todas de alta dificultad y mayor compromiso, jalonan esta bella mole rocosa.


El pasado día 1 de junio llegamos al valle donde se sitúa el embalse de Terradets por la carretera que viene de Vilanova de Meiá, donde habíamos pasado la noche. La pendiente boscosa que se aprecia al fondo a la izquierda de la imagen corresponde a la ladera norte de la Roca Regina.


En una revuelta de la carretera antigua, hoy en desuso, dejamos la furgoneta aparcada y preparamos el material para escalar. Estamos justo encima del río.


Unos veinte metros por debajo de nosotros, el río Noguera Pallaresa- afluente del Segre y por lo tanto del gran padre Ebro que recoge al fin todas las aguas que bajan del Pirineo-, bajaba crecido debido a las grandes nevadas caídas esta primavera.


El río, tras varias curvas pronunciadas, se interna en el Congost de Terradets.


Y desde la misma carretera, al lado de un puente, tomamos un sendero que se interna en el Barranc del Bosc, por cuyo fondo corre un arroyo que desemboca en la orilla derecha del Noguera Pallaresa.


La pared vista desde abajo, a primera hora de la mañana, tiene un aspecto de lo más amenazador...


El arroyo del Bosc lleva bastante agua, esta primavera ha llovido mucho y se nota en todas partes; la vegetación del barranco es exuberante. Al fondo se ven los dos puentes que salvan el barranco, el de la carretera abajo y el de la vía del tren arriba.


Continuamos subiendo barranco arriba. La vía que hemos elegido para escalar- Promio Moreno- está en la parte izquierda de la pared, por lo que tenemos que recorrer todo el sendero.


Desde esta altura el paisaje que vemos en la lejanía, al fondo del valle, es espectacular: paredes, cerrados bosques de encinas y quejigos, cuevas de curioso aspecto.


Para acceder a la base de la pared, en la vía que hemos elegido, continuamos subiendo barranco arriba hasta que llega un momento en que la pared está lo bastante lejos como para poder admirarla en toda su extensión.


Llega un momento en que el sendero se divide en dos, tomamos el de la derecha y por él bajamos hasta el río para acceder a la pared, situada en la ladera de enfrente.


Y ascendemos por otro sendero que sube desde el río y que nos conduce hasta el comienzo de la feixa, una estrecha repisa que atraviesa la pared de lado a lado y que se puede recorrer caminando con bastante cuidado.



En la imagen vemos el recorrido de la vía elegida, la Promio-Moreno, con las reuniones marcadas. Con puntos suspensivos vemos el sendero de la feixa. La vía, abierta el 15 de junio de 1980 por Erik Promio y Josep Luis Moreno, tiene diez largos, unos 325 m de longitud y una dificultad obligada de 6b-A1


La vía en origen fue equipada con buriles y clavijas.
Hace unos años fue reequipada instalando parabolts
en las reuniones y puntos de los largos donde había 
buriles, sin eliminar estos últimos. 
Pero no os engañéis con la vía, tiene pocos seguros y
algunos tramos largos sin ninguna equipación. Es nece-
sario llevar fisureros, friends variados (grandes no) y 
algunos cordinos para enhebrar puentes de roca.
La vía es difícil, la roca precaria en algunos puntos muy
concretos y el compromiso elevado.
Pero la vía merece la pena, es un recorrido interesante
y bonito; los largos centrales son espectaculares, de muy 
buena roca y una escalada excepcional.
Lo que se dice un viote.

Reseña de la vía. No os fiéis mucho de ella porque la graduación no está muy afinada. El tercer largo es bastante complicado, se sale en artificial por un ligero desplome, instalando friends, o en libre que será por lo menos 6c. El quinto y el sexto largo son comprometidos, pocos seguros. El noveno es largo y aunque fácil no tiene ningún seguro. El décimo tampoco tiene seguros, pero nosotros salimos en libre sin problemas, con los últimos 10 m de 6a, no en A1 como marca la reseña.


Tardamos cerca de una hora en llegar hasta la feixa, lugar donde comienza la vía.


El sol aprieta con fuerza, y Javi ha decidido que hace demasiado calor para escalar en pantalón largo.


Y aquí vemos a mis compañeros entrando en la feixa. En realidad no hace falta ni entrar, pues la vía Promio-Moreno empieza justo al comienzo de la repisa. Incluso hay que subir un poco entre los arbustos hasta una encina que marca el comienzo del itinerario.


Somos tres escaladores y decidimos repartirnos los largos. Empieza Paco el primero.


Javi le asegura desde el suelo atado a la encina, mientras yo aprovecho para hacer algunas fotos.


El primer largo nos resulta algo delicado; la roca no es la mejor del mundo, como ha llovido mucho esta primavera tiene bastantes hierbajos y además el primer contacto siempre es... en fin, ya sabéis a lo que me refiero.



Estas bocas de cuevas que vemos en la lejanía son curiosas, porque están abiertas por la erosión siguiendo la línea de los estratos rocosos, pero por la parte inferior.


Javi- Javier Zaragoza, de Meliana, Valencia- asegura a nuestro amigo Paco atento a sus movimientos.


Y éste continúa peleándose con el primer largo, que no es que sea muy difícil, pero siempre te pilla en frío.


Y aquí Paco- Paco Moya, de Massamagrell, también en Valencia-, recogiendo cuerda en la primera reunión.


Y Javi en los últimos metros del primer largo, donde la roca ya es un poco mejor y está más limpia.


Vamos cogiendo altura sobre el barranco y el paisaje cambia por momentos.


El segundo largo es más sencillo, y se desarrolla en diagonal hacia la izquierda.


En la ladera de enfrente, cara norte de la Paret de las Bagases, los cortados rocosos toman formas espectaculares, como esta "proa" de barco.


En mitad del segundo largo hay una corta travesía horizontal hacia la izquierda que nos deja al pie de un pequeño diedro.


Javi en la primera parte de este segundo largo.


La segunda reunión se realiza en una amplia y cómoda repisa, entre dos sabinas.


La llegada a la segunda reunión.


A mi entender el largo clave de la vía es el tercero.


Paco continúa de primero y ataca el largo con ganas.


Vamos cogiendo altura en la pared y la vista que tenemos del Barranc del Bosc, densamente cubierto de un bosque de encinas, enebros y sabinas, es espectacular.


Javi continúa asegurando mientras observa los movimientos del primero de cuerda.


La zona clave de este largo es una fisura desplomada bastante exigente, con una roca una tanto... delicada y muy pocos seguros. Paco decide bajarse, hay algo que no le ha gustado.


Ahora me toca a mí intentarlo, así que me pongo a ello, a ver lo que pasa.


El largo- para el que tenga suficiente nivel- se puede hacer en libre; tendrá una dificultad de 6c. Pero después de cuarenta y un años escalando si algo he aprendido es a trampear, así que metiendo algún gancho y un par de friends subo tan ricamente con mis estribos.


Frente a nosotros, en todo su esplendor, la vertiente norte de la Paret de las Bagases.


Llego a la reunión y recojo a mis compañeros. Incluso escalando de segundo el largo es trabajoso.


En esta foto vemos a Paco y a Javi trabajando el tercer largo. Se aprecia el desplome de la pared.


Una vez terminada la fisura viene una travesía horizontal hacia la derecha que nos deja en la tercera reunión.


De momento, en estos tres primeros, largos la roca está bastante sucia; muchos hierbajos y bastantes costras de roca huecas por dentro, amén de piedras sueltas.


Empiezo el cuarto largo siguiendo una línea evidente de estrechas fisuras.


Paco observa atentamente el desarrollo del largo mientras asegura.


Este cuarto largo no es muy difícil- V grado-, pero apenas hay clavos y la roca no es la mejor del mundo.


Mis compañeros Paco y Javi en la reunión, con un patio impresionante debajo.


Javi llegando a la cuarta reunión. Está montada sobre un bloque de grandes dimensiones.


Y ataco el quinto largo. A esta altura de la pared la roca ha cambiado de forma sustancial. Está más limpia de hierbajos, más sólida y hasta tiene mejor adherencia; un disfrute para escalar.


Algo han percibido también mis amigos pues aquí ya estamos todos más relajados, disfrutando de la pared.


Este quinto largo se desarrolla formando un par de travesías horizontales con tramos verticales entre una y otra. Engaña bastante, no es que sea muy difícil, pero hay muy pocos seguros y hay que escalar con tranquilidad; ¡prohibido caerse!


Voy cogiendo altura y ellos observan con atención; es un largo bonito.


Es bastante vertical, con zonas ligeramente desplomadas. Los seguros aquí son clavos viejos, y pocos.


Ya hemos cogido una altura impresionante sobre el valle, y la vista de la que disfrutamos es espectacular.


Desde la reunión recojo a mis compañeros, que empiezan a escalar.


Estamos teniendo una suerte excepcional con el tiempo; los pronósticos anunciaban tormentas por la tarde, pero de momento ni una nube empañaba el cielo.


Ya he empezado el sexto largo mientras Paco y Javi observan desde la quinta reunión, montada sobre una placa bastante lisa.


El sexto largo discurre por un estrecho diedro vertical muy poco asegurado.


No es que sea muy difícil, pero la precariedad de su aseguramiento lo convierte en terreno delicado.


Cuando termina el diedro vertical una larga travesía horizontal hacia la derecha, sobre V grado de dificultad, conduce a la sexta reunión.


La sierra del Montsec d´Ares es muy escarpada; el paisaje dominante es una alternancia de bosques de encinas, muy cerrados, con cortados rocosos y fuertes pendientes que caen casi a pico sobre los valles.


Javi coge la cabecera de cuerda en los largos séptimo y octavo.


Aquí estamos Paco y yo en la sexta reunión, también sobre placa. Estos largos centrales de la vía son con diferencia los más agradables para escalar.


Paco asegura al primero de cuerda mientras yo aprovecho para hacer fotos.


El séptimo largo atraviesa un pequeño desplome asegurado con clavos bastante potrosos; lo atravesamos usando los estribos, da un cierto canguelo colgarse de estas clavijas.


Pero lo superamos sin problemas y continuamos escalando pared arriba. Por encima del desplome nos espera una placa lisa.


En esta pared abundan las sabinas que crecen retorciéndose de maneras caprichosas. Harían las delicias de cualquier coleccionista de bonsais.


La entrada a la séptima reunión es incómoda; este diedro está lleno de arbustos y hierbajos.


El octavo largo es corto, bastante sencillo de escalar y muy aéreo e impresionante.


La dificultad del largo es solamente de IV+, pero hay que andar listo metiendo seguros, al escalar en travesía una caída aquí podría tener consecuencias muy graves.


Javi ya ha llegado a la reunión y nosotros empezamos a escalar; yo voy delante y Paco detrás, así puedo hacer fotos a mis dos compañeros.


A esta altura el patio que tenemos debajo es impresionante. En este largo la roca continúa siendo buena.


A partir de la octava reunión vuelvo a coger la cabecera de cuerda. Ojo con el noveno largo; es muy largo, no es fácil y no solamente no tiene ningún seguro sino que es difícil meter cosas y sólo queda meter algún lazo en los troncos de las sabinas que hay de tanto en tanto. El décimo es parecido, no tiene seguros pero además los últimos metros antes de cumbre discurren por un diedro de 6a laborioso. Hasta pasados los primeros veinticinco metros de cuerda no pude meter ningún fisurero. Son dos largos problemáticos, a tener en cuenta, no aptos para escaladores nerviosos.


Y por fin estamos en la cumbre, cansados y contentos. Como veis, está cubierta de un tupido dosel de encinas donde no encontramos ni un pequeño claro para hacer una buena foto de cumbre.


La ladera contraria de esta montaña, orientada al norte, forma una pendiente homogénea cubierta por una densa masa forestal hasta el embalse de Terradets. Al fondo vemos las montañas del Pirineo, todavía nevadas.


En la misma cumbre tomamos un sendero descendente orientado hacia el oeste.


Desde donde estamos disfrutamos de un paisaje espectacular. A la derecha del embalse de Terradets vemos el fértil valle por el que vinimos desde Vilanova de Meiá. A la izquierda, sobre un cortado rocoso, el pueblo de Llimiana.


No sabíamos muy bien por dónde era el descenso, pero al de un rato encontramos este cartel y vimos que íbamos bien encaminados.


Y por fin llegamos de nuevo al arroyo que corre por el fondo del barranco, el mismo que hemos cruzado unas horas antes.


Estamos cansados, nos duelen los pies de las zapatillas de escalar y con estos calores se agradece el agua fría. Los años no pasan en vano y ya no escalamos tan rápido como antes: en total, de coche a coche hemos tardado más de diez horas de esfuerzo continuo, sin comer y casi sin beber, con sólo litro y medio de agua para los tres.


Y bueno, estas cosas al final ya sabemos cómo terminan: celebrándolo en la barra de algún bar con la sempiterna jarra de cerveza bien fría.